Duarte, el joven guerrero que lleva a Uruguay a su tercera final del mundo Sub-20

Con 19 años Anderson Duarte desde este jueves hace la fila para entrar al selecto grupo de ídolos del fútbol de Uruguay: anotó un gol de puro corazón y clasificó a la Celeste a su tercera final del Mundial Sub-20.

Rápido, aguerrido y optimista por instinto, el delantero destrabó el partido de las semifinales ante Israel en el estadio Diego Armando Maradona de La Plata, en Argentina.

El empate sin goles parecía inevitable hasta el minuto 61. El lateral izquierdo charrúa Alan Matturro robó en media cancha, corrió hacia el arco contrario y disparó. El balón pegó en el palo, rebotó y quedó más cerca del arquero y de dos defensas de Israel que de cualquier hombre de Uruguay.

Ahí, en segundos, los zagueros asiáticos parpadearon y Duarte se jugó la vida, la integridad, y se lanzó con los ojos cerrados sobre el maltratado césped para empujar la pelota.

Aunque menos ruidosos que los seguidores de Israel, en su mayoría miembros de la colectividad judía de Argentina, los uruguayos enloquecieron y se hicieron sentir al saber que alcanzaban su tercera final del mundo en esta categoría.

Ya lo habían hecho en Malasia-1997 y Turquía-2013, pero perdieron ante Argentina y Francia, respectivamente.

«Es algo que merecíamos hace mucho tiempo (…) por suerte se nos dio y estamos en la final del mundo», dijo Duarte al finalizar el partido entre lágrimas y cobijado con la bandera de su natal departamento de Tacuarembó.

Esta selección «contagia, este grupo está muy unido (…) la verdad que los once guerreros estos valen oro», agregó.

– Determinante –
Anotar el primer tanto del partido fue la recompensa al esfuerzo del delantero de Defensor Sporting. En el primer tiempo había perdido un mano a mano ante el portero israelí Tomer Tzarfati y otro de sus remates rozó el arco.

Tras el gol Duarte se convirtió en un noble guerrero, dejó en un segundo plano su tarea de buscar los goles y se dedicó a defender resultado y a apoyar a su compañeros hasta el minuto 81, cuando Marcelo Broli lo reemplazó en medio de aplausos.

Duarte cayó como un ángel para Broli en este campeonato. Primero, el entrenador sufrió la pérdida de su figura Álvaro Rodríguez porque el Real Madrid se negó a prestarlo.

Su reemplazo natural, Luciano Rodríguez, vive entre el sueño y la pesadilla en Argentina: no ayudó con ningún solo gol a sus selección y en octavos vio la tarjeta roja, por lo que se perdió los cuartos y la semifinal.

Ante Gambia, cuando Luciano Rodríguez fue expulsado, Duarte se echó el equipo al hombro y en medio de patadas y hostilidad de los africanos anotó el único gol del partido con lo poco que le quedaba de energía.

Luego en los cuartos de final con Estados Unidos marcó el camino para vencer al rival más fuerte de la competición y convenció a Uruguay de sentirse capaz de ser campeona de la Copa del Mundo Sub-20 por primera vez en su historia.

Él «arrancó el Mundial siendo suplente y ahora termina siendo determinante, eso la verdad es lo que nos propusimos todos como grupo», dijo a la AFP su compañero Ignacio Sosa.

Consiga la medalla de oro o de plata en la final del domingo, ante Italia o Corea del Sur, «Ander» llegará pisando fuerte a la selección mayor, pues el flamante entrenador Marcelo Bielsa ya le dio el primer visto bueno para los amistosos de junio. (AFP)