El contraste de la final

Fue una final disputa de principio a fin con un desenlace inesperado y donde los capitalinos mostraron su eficacia al momento de lanzar los penales, y tras el lanzamiento contenido por el portero Donis Escober, los futbolistas, directivos y aficionados estallaron en júbilo festejando la copa 28, ante la mirada triste de los sampedranos que buscaban sellar una de las temporadas más brillantes del club.

Luego de la proeza de Donis Escober, los futbolistas del club blanco se abalanzaron hacia el portero y los espectadores en las gradas comenzaron el carnaval por tener de nuevo a su equipo en el trono del balompié nacional.
Un nudo de alegría, abrazos y felicitaciones se armó del lado de los olimpistas, Rommel Quioto, David Meza los extranjeros Pablo Vázquez y Omar Guerra, ya saben lo que se siente salir campeón y ganar una final catracha.
Sin esconder los festejos de Roger Rojas, Luis Garrido, Donis Escober, Anthony Lozano, quienes saltaron con sus familiares y la multitud que ingresó al campo festejando un título más en su hoja deportiva.
TRISTEZA

Pero en el otro lado del campo se dio el contraste que se da en el fútbol, la tristeza, la impotencia y decepción de los jugadores de Marathón que luego de consolarse, respirar hondo, se formaron en círculo donde se les unió el cuerpo técnico para orar al Creador del Universo.
El meta Yull Arzú, el lateral Mauricio Sabillón y el defensor Roy Posas, fueron los futbolistas del club sampedrano que no pudieron contener las lágrimas y que más sintieron la derrota en la gran final del torneo Clausura.
Otros experimentados del club como Emíl Martínez, Luis “Bombero” Ramírez, Amado Guevara, se encargaron de consolar y de animar a sus compañeros, manifestándoles que llegaron muy lejos en un campeonato donde los daban por descendidos.