En un partido de locura, con alternativas y ocho goles, sin excesivas precauciones defensivas de nadie y fútbol de ataque sin disimulo, el Newcastle y el Luton firmaron tablas (4-4), un premio para ambos y un mal menor para los dos.

Ni a las ‘urracas’ les acerca a la zona europea ni a los visitantes les sirve para poner tierra de por medio respecto al descenso en el que estaban inmersos antes del inicio del choque de la vigésima tercera jornada y del que ahora están al margen.

Encarriló el partido el cuadro local, pero luego tuvo el triunfo en la mano el conjunto de Rob Edwards. La reacción final del Newcastle tuvo recompensa y al menos le sirvió para eludir una derrota que vio de cerca.

No hubo tregua en St. James Park porque a los siete minutos Sean Longstaff, a pase de Kieran Trippier, puso por delante a los locales. Empató en el 21 Gabriel Osho para el Luton tras recibir un balón de Carlton Morris, pero solo tardó otros dos el equipo de Eddie Howe en recuperar la ventaja con otro tanto de Longstaff.

El partido alcanzó el descanso con empate porque Ross Barkley marcó el segundo de los visitantes en el minuto 40. Después, aceleró el Luton, que se vio ganador. Porque una falta de Dan Burn dentro del área supuso un penalti con el que el equipo de Edwards tomó ventaja. Marcó dos goles en tres minutos el cuadro visitante, que firmó el cuarto en el 62 por medio de Elijah Adebayo.

Nada estaba hecho porque el Newcastle reaccionó. Kieran Tripier acortó distancias en el 67 y seis más tarde Harvey Barnes, con un tiro raso desde la frontal, marcó el cuarto de las urracas, que lograron el empate.

Nadie se dio por vencido y con veinte minutos por jugar el gol rondó ambas áreas. Pero ya no hubo acierto y el choque echó el cierre con el duelo igualado.

El Newcastle, que se reencontró con el triunfo en la pasada fecha, frente el Aston Villa, después de cuatro derrotas seguidas, tiene a diez puntos la zona europea. El Luton salió del descenso que aún le amenaza. Solo tiene un punto de renta respecto al Everton, antepenúltimo. EFE