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A un año de la partida del «Cañón» Betancourt

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Justamente hace un año recibimos la triste noticia  que el mundialista de España 1982, Porfirio Armando «Cañón» Betancourt Carranza, perdió la batalla contra la Covid-19 y rendía la jornada de la vida.

Betancout fue la séptima baja de los 21 jugadores que fueron registrados en el mundial de España 1982, ya que antes lo hicieron Domingo Droumond Cooper, Francisco Javier Toledo, Roberto Bailey Sargent, José Roberto «Macho» Figueroa, Celso Fredy Guity y José Luis Cruz.

Meses antes también había fallecido el maestro Chelato Uclés, quien luchó por su vida en los últimos años, pero ya goza de la paz de Dios, seguramente a la par de estas leyendas del fútbol que entregaron tanto con tan poco recurso, ejemplo de las nuevas generaciones de futbolistas y seleccionados.

SUS INICIOS:
De origen sampedrano, Porfirio Armando Betancourt Carranza desde niño fue un apasionado futbolista que era un goleador nato que jugó en el equipo de la Cervecería Hondureña de la Liga Mayor Sampedrana, de donde fue convocado para el pre mundial de Puerto Rico 1976 en donde fue goleador junto al mexicano Hugo Sánchez Márquez y luego en el Mundial de Túnez 1977 con los recordados técnicos Carlos Cruz Carranza y Rodolfo «Popo» Godoy.

Posteriormente al mundial de Túnez, el joven Betancourt viajó a San Luis, Missouri, con la tarea de hacerse profesional en el área de administración, graduándose en dicha universidad, pero además jugando fútbol en la Liga Universitaria donde fue declarado el jugador más valioso de la temporada 1981.

En ese tiempo, Chelato Uclés solo tenia alguna referencia por su paso por el mundial juvenil, pero ante la lesión severa del goleador Jimmy James Bailey consiguió comunicarse con Betancourt para verlo en su estado físico y técnico en ese momento y al final lo sumó en la preparación para el mundial de España 1982, dejando como segunda opción al mítico Jorge «Indio» Urquía, quien cumplió su tarea en la hexagonal final.

En la primera gira por lejano oriente rápidamente el «Cañón» Betancourt se adaptó al grupo, incluso a la pobreza en que se concentraban y fue uno más el grupo desde entonces e incluso ha estado siempre con sus compañeros que mantienen un grupo compacto de amigos y hermanos mundialistas.

Luego de una adaptación muy eficaz, Chelato Uclés definió los 21 seleccionados que iban a debutar en el mundial de España y Betancourt con su tradicional número nueve en la espalda no faltó a ninguno de los tres partidos: primero ante el anfitrión y luego contra Irlanda del Norte y Yugoslavia, teniendo varias ocasiones claras de gol, pero no hubo fortuna de anotar en los 270 minutos que jugó.

A pesar de lo anterior, si se quedó algo claro, el «Cañón» junto a Roberto Figueroa formaron una dupla inolvidable en la bicolor nacional, pero que rindió más frutos en la eliminatoria a México 1986 donde se repartieron los goles e incluso anotaciones frente a Canadá y Costa Rica todavía quedan en la memoria de los aficionados que soñábamos con el segundo mundial, pero que por cosas del destino no sucedió en ese momento.

INTERNACIONAL HONDUREÑO:
Producto de su buen acci9nar en el Mundial de España 1982 le llegaron muchas ofertas de equipos internacionales, pero la más clara fue con el Estrasburgo de Francia donde vivió gratos momentos que no olvidó, cerrando su aventura europea en la segunda división de España en el Logroñés, donde compartió Liga con sus amigos y paisanos Roberto «Macho» Figueroa del Murcia, Gilberto Yearwood del Real Celta, Raúl Centeno Gamboa con el Castellón, entre otros.

Betancourt después de la eliminatoria del Mundial de México 1986 jugó un par de años en Marathon en donde decide decirle adiós a su pasión para dedicarse a su labor empresarial y familiar, siendo muy exitoso hasta el último día de su vida, trabajando de sol a sol para ser lo que terminó siendo. (GG)

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