"En Honduras exigimos más a la Selección que a los políticos", dice periodista hondureña

La periodista hondureña de la cadena Al Jazeera, Andrea Hernández, escribió recientemente un artículo sobre la participación de la selección de Honduras en el Mundial de Brasil, que refleja en gran medida la idiosincrasia del hondureño cuando de fútbol se trata . A continuación el texto:
2009 fue un año memorable para los hondureños. Meses de gran tensión social se vivieron con el derrocamiento del poder del entonces presidente de Honduras, Manuel Zelaya, lo que condujo a un limbo político que sólo se estabilizó un poco después cuando un nuevo presidente, elegido democráticamente, asumió el cargo.
Mientras que la población parecía dividida entre aquellos que apoyaban Zelaya y los que no, todos los hondureños se unieron detrás de la selección nacional de fútbol, que parecía cada vez más cerca de volver a un evento para el que no se había clasificado en los últimos 28 años, la Copa Mundial de la FIFA.
Los hondureños no podían creer que así como el mundo entero se negó a reconocer su gobierno, debido al golpe de Estado, su pequeño país pobre se había ganado un boleto para Sudáfrica 2010.
Desafortunadamente, pareció que lo que el equipo de Honduras hizo en la Copa del Mundo de 2010 fue presentarse y nada más, ya que terminaron últimos en su grupo y no anotaron un solo gol.
Al crecer, yo siempre supe que el fútbol es el opio de mi pueblo. Durante 90 minutos, el fútbol es un escape de la realidad, ya sea que viva en la pobreza extrema, sea subempleada o viva en un país de alta desigualdad y poco desarrollo. Con un montón de trabajo duro y suerte, Honduras se clasificó nuevamente para el Mundial de 2014.
Muchos hondureños llegaron al máximo de sus tarjetas de crédito para viajar a Brasil y apoyar a su equipo. Todo el mundo quería estar allí. El presidente hondureño actual no fue la excepción.
Al perder ante Francia por 3-0, Ecuador 2-1 y finalmente por Suiza 3-0, la selección de Honduras fue incapaz de redimirse, y una vez más planteó dudas en cuanto a si se merecían estar en la Copa del Mundo.
Una tira cómica en un periódico diario hondureño ha capturado mejor nuestra decepción colectiva: «El problema de Honduras es que exigimos más de nuestro equipo de fútbol que de nuestros funcionarios del gobierno.»
Nuestra la esperanza en la Selección se rompió una vez más, pero vamos a seguir animando a nuestro equipo, tal y como nuestra herida y atribulada nación ha hecho adicta nuestra población a ese sentimiento de olvido que 90 minutos de fútbol elevan.