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Noche de goles y récords para una España lanzada al Mundial

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La noche en la que España igualó en el estadio José Zorrilla el mejor de sus registros sin perder en partido oficial, 29 citas, y en la que Unai Simón superó su récord de imbatibilidad, se acercó un paso más al Mundial 2026, goleando 4-0 a Bulgaria y extendiendo una fase de clasificación inmaculada con pleno de triunfos, 15 tantos a favor y ninguno en contra.

España cumplió con la obligación de ganar en la que se han convertido sus partidos. Es la selección del momento y convierte en hábito lo que otras grandes no son capaces. Alcanza 29 partidos oficiales consecutivos sin perder, el registro logrado por la mejor generación de futbolistas del país, con una riqueza de opciones en la cartera de Luis de la Fuente que aumenta su valor.

Solventa encuentros con ausencias de peso. Se adapta a cualquier escenario, por más lesiones que sufra en el camino. Inventa nuevas opciones De la Fuente en demarcaciones en las que está más que definido el titular. En otras, nace una competencia que generará debate cuando los Rodri o Fabián regresen. Con Zubimendi y Mikel Merino en un nivel que tan solo mantiene partido tras partido Pedri. Su aparición en una zona más cercana a la creación del juego desata la mejor de sus versiones.

Se rindió Valladolid a Pedri, que no descansó en un once con menos rotaciones de las esperadas. Para De la Fuente no hay nada decidido ni rival pequeño. Por mucho que Bulgaria llegase de encajar goleadas y se parapetase en una defensa de cinco, encerrada en su terreno, deseando que el tiempo volase mientras su portero, Vutsov, salvaba imposibles. Aguantó en pie 35 minutos.

Con una lista para el Mundial bastante definida y con los dedos cruzados de De la Fuente por las lesiones de jugadores importantes, la demarcación en la que busca variantes es la de punta. Con Morata en casa, descartado, quiso ver como encaja Samu. Desplazó a la banda derecha al 9 titular, Oyarzabal, y el potente delantero dejó un sabor amargo.

En un partido para reivindicarse a base de goles, pese a la ausencia de los centros de Lamine Yamal y Nico Williams en las bandas, tuvo pases filtrados que fueron regalos de Pedri y Álex Baena que desaprovechó. Siempre en zona de peligro, imponiendo su físico a los centrales búlgaros pero errático en el momento que da el éxito. Perdonó tres claras. Disparando al muñeco en la primera con todo para marcar. Lamentando la estirada del portero rival en la segunda. Y casi a puerta vacía, precipitado al verlo tan fácil, en la tercera. Al descanso dejó su sitio a Borja Iglesias.

Abrumó España a Bulgaria. Con un 83% de posesión en el primer acto y hasta 20 remates. Le costó encontrar el acierto, eso sí, por mucha rapidez y precisión que exhibiese en campo contrario, con especial desequilibrio por dentro cuando Pedri inventó y Baena encontró líneas de pase. Suyo fue el primer aviso a Vutsov, que se alió con la fortuna con el balón picado con calidad por Pedri que repelió la madera.

Al enésimo intento llegó lo que todo Pucela esperaba. De un centro de Pedri a la potencia aérea de Le Normand nació una nueva asistencia del central. Mikel Merino, libre de marca, con los pies en el suelo, cabeceaba con potencia a la red. El partido ya dependería de las ganas de golear de España.

A Bulgaria le costó salir de su campo aunque encontró dos oportunidades inesperadas en su mejor jugador, Despodov, con despistes de una pareja que se reencontraba: Laporte-Le Normand. Disparó al lateral de la red al borde del descanso y perdonó un mano a mano con Unai Simón, que marcó un nuevo registro de imbatibilidad, en el segundo acto.

Ya había sentenciado por entonces España. Con Borja Iglesias ocupando el sitio al descanso de Samu y con el mismo resultado. Voluntad sin pegada. Con Morata en el recuerdo. En tres minutos dispuso de tres ocasiones. Cabeceó centrado un centro de Grimaldo, se fabricó la segunda con un disparo desde la frontal que sacó abajo Vutsov y perdonó la que un 9 no debe, solo para rematar de cabeza con todo a favor, el regalo de Baena.

El acierto del que adolecieron los nueves lo volvió a poner Mikel Merino. Él sí cabeceó con acierto el buen pase de Grimaldo, que intercala con éxito partidos con Cucurella y dejó un buen nivel en banda izquierda.

Era el momento de dar descanso a los pocos indiscutibles que han jugado en esta ventana de octubre y dar paso al hambre de meritorios que quieren su plaza en el próximo Mundial. Provocó que España nunca levantase el pie, sintiéndose superior y encontrando la goleada en la recta final. La mala fortuna de Chernev al meter en su portería un intento de despeje y el silencio al debate de los penaltis.

En esta ocasión Oyarzabal asumió su responsabilidad para extender su buena dinámica goleadora en la selección. En el tiempo añadido apostó por un golpeo duro para maquillar una de las pocas estadísticas negativas en el presente de España: tres penaltis fallados de los siete últimos lanzados. Nada que empañe su pleno de triunfos con clara superioridad y un 15 a 0 en goles camino del Mundial 2026.

. Ficha técnica:

4 – España: Unai Simón; Pedro Porro, Le Normand (Vivian, m.72), Laporte, Grimaldo; Zubimendi (Aleix García, m.63), Mikel Merino, Pedri (Barrios, m.68); Álex Baena (Yeremy Pino, m.63), Oyarzabal y Samu (Borja Iglesias, m.46).

0 – Bulgaria: Vutsov; Velkovski, Chernev, Petko Hristov, Georgiev; Shopov (Stoyanov, m.84), Krastev, Gruev (Kraev, m.89); Kirilov (Dimitrov, m.67), Minchev (Petkov, m.67) y Despodov (Nikolov, m.67).

Goles: 1-0, m.35: Mikel Merino. 2-0, m.57: Mikel Merino. 3-0, m.79: Chernev en propia puerta. 4-0, m.92: Oyarzabal de penalti.

Árbitro: Willy Delajod (Francia).

Incidencias: encuentro correspondiente a la cuarta jornada de la fase de clasificación a la Eurocopa 2026, disputado en el estadio José Zorrilla de Valladolid ante 24.526 espectadores. EFE


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