Un gol del delantero Gustaf Nilsson le dio a Jon Dahl Tomasson su primer triunfo como seleccionador sueco en un partido apretado (1-0) contra una Albania, rival de España en la Eurocopa, que tuvo sus opciones.

El danés Tomasson, primer seleccionador extranjero en la historia de Suecia, ha dado un giro al tradicional 4-4-2 sueco de líneas juntas y fútbol directo para apostar por un 4-2-3-1 y un fútbol combinativo, de inspiración holandesa.

No salió nada bien contra Portugal (2-5), en un estreno ya de por sí complicado. Frente a Albania, Suecia se llevó una victoria justa, con algunos momentos buenos pero con demasiados errores en la salida del balón para un equipo acostumbrado a no ser protagonista hasta ahora.

Suecia salió decidida a tener la pelota y a tocarla, pero le costó encontrar huecos por el medio. Aun así, Forsberg -que jugó de «diez» con Isak de extremo izquierdo- mandó al palo una pelota suelta tras jugada de Kulusevski, muy activo todo el partido.

Isak, que buscó el gol sin suerte, estuvo cerca en un tiro. Y Stefan Nilsson, la apuesta como delantero centro, también rondó el 1-0.

Albania vivió de los errores suecos en la salida y un par de rápidas contras: la mejor oportunidad, un lanzamiento fuera de Laçi.

El equipo de Sylvinho, que venía de perder 0-3 contra Chile hace unos días, dio un paso al frente en la segunda parte. Tuvo más la pelota y demostró que tiene calidad para moverla, con la línea de medios muy activa y Broja, un dolor de muelas para Starfelt, que tuvo algunos problemas para pararlo.

Asani, en un tiro que salió junto al palo, y Bajrami, que desperdició una buena ocasión tras pérdida de Gustafson, muy flojo en este partido, estuvieron cerca de adelantar a su equipo.

Pero fue Nilsson el que lo hizo poco después, en un cabezazo franco a centro con la derecha, la pierna mala, de Kulusevsk).

Suecia dio un paso atrás y Albania subió líneas. Asani y Laçi amenazaron con empatar, pero las «águilas» fueron perdiendo fuelle, al igual que el partido que acabó con un un triunfo por la mínima, justo pero sin brillo.