Riki Zapata: «Mi compromiso es dar todo y trabajar con humildad»

No ha terminado oficialmente el torneo de Clausura 2022-2023, pero el Fútbol Club Motgua ha sido el más activo en cuanto a fichajes para el próximo Apertura 2023-2024, en donde hasta la fecha han anunciado cuatro futbolistas que pueden solidificar al equipo que dirige Nimrod Medina.

Uno de los nuevos integrantes «azules» es el lateral zurdo teleño, Riki Zapata, quien llega con muchas ilusiones al nido de las águilas: «Agradecido con Dios por tener esta posibilidad de jugar en uno de los equipos más grandes del país, ya que todos los jugadores queremos estar aquí y a mí se me da la posibilidad que voy a aprovechar», dijo en el Vuelo del Águila, programa ficial del Motagua.

Zapata, quien se apunta de titular como zaguero izquierdo del nuevo equipo de Nimrod Medina, ha sufrido mucho para llegar a un grande: «No ha sido fácil mi carrera, me han pasado muchas cosas, sobre todo las lesiones que  pese a todo me han hecho crecer como persona y jugador», añadió.

Y es que Zapata tuvo una inestablidad de juego, pero no por su calidad sino por las lesiones: «El Profe Mauro (Reyes) me dio la oportunidad y me dio confianza para retomar mi carrera, igual pasó con los técnicos anteriores, pero no pudieron utilizarme por las constantes lesiones que me apartaron por tiempos largos de jugar como titular, pero eso ya pasó».

El joven lateral izquierdo trae un buen historial en su carrerra deportiva, aunque en Liga Nacional sólo jugó para Real Sociedad de Tocoa: «Tengo un Mundial Sub-20, Juegos Panamericanos con la Sub 23, además de medalla de oro en Juegos Centroamericanos en Nicaragua. Debuté profesionalmente  a los 15 años en el Tela FC de la Liga de Ascenso y dos años después me fui a Real Sociedad».

Zapata cree que la etapa de Real Sociedad fue buena en todo sentido: «Gracias a Dios me considero una persona madura  que en la Real Sociedad aprendí mucho, porque he mejorado lo suficiente para dar el paso que estoy dando».

El oriundo de Tela siempre tuvo claras sus metas a futuro ya que inició su camino con muchos compañeros que no llegaron a la profesional: «De mi camada muchos ya no están jugando y otros están en segunda, ya que no es fácil trabajar para llegar a donde uno quiere, siempre hay altibajos, pero no hay que bajar los brazos a pesar las lesiones, ya que quise irme del fútbol, pero tuve la fortaleza de quedarme».

El joven carrilero zurdo de Motagua tiene el honor de ser uno de los últimos talentos escauteados por el recordado maestro Manuel de Jesús «Guasco» López: «Me entrenó «Guasco» López en el torneo colegial y fui parte de su Olimpita de Tela, además me entrenaron el popular Plátano y Domingo Ramos, quien me debutó a los 15 años en el Tela FC».

Para Zapata el momento de cambiar aires llegó, sin debutar todavía cree que es la mejor decisión tomada para este instante de su vida: «Había otras opciones, pero me decidí por Motagua, yo quiero estar allí, además lo consulté con mi familia y todos me dijeron que estaba bien si yo me sentía a gusto con la decisión. Ya días veníamos platicando con Emilio Izaguirre y de verdad me siento muy contento que haya visto algo especial en mí, sobre todo porque él jugó éste puesto».

Respecto a la lesión que lo alejó de los dos partidos de la final por el no descenso,  dijo estar mejor y en franca recuperación: «Tuve una ruptuta del aduptor derecho en el juego ante Potros, pero voy muy bien en mi recuperación y espero estar listo para comenzar a hacer trabajos fisicos y llegar al 100 por ciento a la pretemporada».

Respecto a sus nuevos compañeros, espera adaptarse rápido al grupo, aunque ya conoce a algunos: «Ya fui compañero de Wesly Decas en la Sub-20. Además compartí en la Sub-21 con Obregón y Zapatilla».

Finalmente fue muy claro en decirle a la afición azul del compromiso que adquiere al llegar a Motagua: «Mi compromiso es dar todo, trabajar con humildad, ganarme un puesto, esforzarme en cada partido, por ello confío que las cosas me salrán bien, aunque estoy consciente que nada es fácil, pero siempre pongo todo en las manos de Dios». (GG)