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Weber: «Al Marathon lo llevo en el corazón, algún día volveré a Honduras»

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Hablar de la historia de Marathon es recordar a los grandes jugadores que alguna vez honraron la camisola verde con hechos y hazañas importantes a lo largo de 97 años de vida.

El cuadro verde no ha sido el más afortunado en títulos por uno u otro motivo, por lo que cada campeonato ganado tiene un sello especial, sobre todo el primero en 1979, ya que tardaron 14 años en ganar su primera liga en la profesional.

Hoy que el cuadro verde celebra su 97 aniversario, Diario Más contactó en Lanús, Argentina a uno de los héroes de esa primera copa en 1979, Juan Carlos Weber, uno de los jugadores más talentosos de la historia del cuadro sampedrano.

Weber, un hombre jubilado que no para de trabajar para vivir, por lo dificil que es la vida en su país, recordó con nostalgia y alegría los momentos vividos en Honduras, donde estuvo poco, pero dejó marcado su paso en el fútbol hondureño, especialmente en el cuadro verdolga.

SU LLEGADA A HONDURAS:

Reclutado por Marathon en partidos de jugadores agentes libres en Buenos Aires, Juan Carlos Weber se cansó de esperar una oportunidad de jugar en clubes como Independiente de Avellaneda y Argentinos Juniors y decide aceptar la prpuesta de Oscar Garré de venir a Honduras.

«Platiqué con Neptalí López y Marco Antonio Hepburn, quienes esta loa mandamesaes de club y llegamos a un bhuen acuerdo para ira Honduras por 300 dólares.», recordó Weber.

Llegó a Honduras con dos compañeros más, pero ninguno se quedó: «Fui el único que se quedó ya que el portero se fue porque se iba a casar,  lo regañé y le dije que para que carajo venís, mientras el otro era fiestero, le gustaba la joda, así que fui el único que jugué todo el campeonato, ya que los otros llegaron para la liguilla», aseguró.

Weber recuerda con nostalgia a sus compañeros, especialmente a habituales en el once titular de «Mon» Rodríguez: «En la meta teníamos al Pucho Osorio y Carlos Solís, mientras en defensa jugaban «Maravilla» Suazo, Arturo Payne, Hernán García. En la media estaban Javier Toledo, Arturo Pacharaca Bonilla, Mejía y el otro Payne. En ataque eramos unos aviones con Jorge «Cuca» Bueso, Roberto Bailey y yo, ya que los rivales nos aguantaban 15 minutos, el único que nos soportó más fue Platense, un equipo aguerido donde jugaba Chicharo Guerrero, quien me quería matar porque le hice un gol al final», dijo con nostalgia.

Otro gran recuerdo fue la gran final ante Universidad, un rival que los complicó: «Ganamos por el planteamiento, nuestro técnico era muy inteligente, sabés que hizo Mon, me puso de nueve y sentó a Roberto eso cambió todo tacticamente y con ello pudimos ganar, ya que Bailey ingresó de relevo para ganar ambos partidos», afirmó.

Y es que esa decisión del colonés contrarió a todos e incluso Weber le consultó porque: «Hizo ingresar a Carranza, quien era el comodín de los tres atacantes y lo justificó el profe diciendo que el primer tiempo no me suben dos cebntrales que iban a arriba, era para aularlos a ellos, pero el plan es ingresara Roberto, ya que fue platicado con él, así que no se preocupe por eso, ya que yo pensaba que era un irrespeto a él que todo el torneo fue el titular como centrodelantero porque la smetía tidas, mientras Cuca y yo desbirdabamos por la spuntas», explicó.

El atacante sudamericano recordó con agrado a «Mon» Rodríguez, un técnico estricto pero muy sagaz en el trabajo: «Era demasiado autoritario, pero fue uno de los mejores entenadores que tuve en mi carrera y me dolió no haberselo dicho antes. Lo correcto era decirle al profe lo bien que me sentí con su trabajo, ya que era de los jugadores que siempre hice lo que decía. Me reprendo no habérselo dicho en ese momento, ya que uno debe decir las cosas buenas y malas en su momento, ya que él pasó momentos complicados con la prensa, aunque él no le paraba pelota a nadie», apuntó.

Y es que los recuerdos con el colonés son agdables, porque supo ser el técnico que necesita Marathon en ese momento para ser campeón: «El profe de verdad es un fenomeno y lo demostró como ganó esa final. Además en lo personal me calmó cuando perdimos el invicto ante ese cuadrazo del Vida de Macho Figueroa (jugadorazo), ya que íbamos ganando con gol mio y en cinco minutos nos ganaron y quitaron el invicto, algo que me dio rabia porque entré llorando de la bronca al camerino, pero él sabiamente junto a Many Suazo me dijo calmese, igual seguimos primeros», añoró.

UN TÍTULO INOLVIDABLE CON EL MARATHON:

Un hecho significativo para Weber es llegar a Honduras para ganar el primer título, ya que la afición «verde» estaba muy presionada a celebrar un título: «Se sentía cierta presión porque cuando uno salía a la calle, la gente me decía, Chele tememos ganar el título, ja ja ja… y con «Cuca» lo hablabamos siempre, pero lo dije claro, yo vine a salir campeón y la final hay que ganarla o que la gente se quede tranquila que se luchó porque no son tontos, ellos saben cuando uno se mata por un equipo en la cancha», explicó.

Lo que si aseguró es que ayudó a sus compañeros a motivarlos para dar más de lo daban: «Les decía yo, éste partido tenemos que meter más h… para ganar. Contagié a mis compañaeros, quienes eran futbolistas muy inteligentes y eso fue aprovechado por el entrenador», comentó

Weber también habló muy claro con suscompñaeros que como futbliistas tenìan quedar má sde lo que pedía Mon Rodríguez: «siempre se los dije, que teníamos que  hacer más de lo que pide el técnico, ya que con eso dificilmente perderíamos y al final eso funcionó en ese equipo», adujo.

Recordó una gran anécdota que vivió saliéndose de la línea que le pedía el  técnico, ya que era habitual verlo por las puntas, explotando sus mejores virtudes de driblador y veloz: «Yo decía puedo hacer un poco más y una vez me regañó porque me fui a pelear un balón arriba y el defensor grandote del Victoria me tiró a la m… Chele porque va chocar si ud no tiene cuerpo para eso, no ve el ridículo que hizo al ir allí.. me reí y me dijo que no me riera que era en serio y yo le dije, profe me río por la forma en que me lo dijo y después le hice caso, no volvi por otro golpe más», recordó con alegría.

LA CELEBRACIÓN Y EL PREMIO QUE NUNCA SE PAGÓ:

Marathon se coronó campeón el domingo 16 de diciembre de 1979 enel estadio Nacional, por lo que los «verdes» celebraron modestamente lejos de San Pedro Sula: «Cuando terminó el partido nos venimos al hotel, donde fue la última vez que vi al profe. Recuerdo que nos duchamos y cenamos en el hotel y luego fui al casino para ver como es el juego, pero rápido me fui a dormir porque  en la madrgada salimos hacia San Pedro Sula, donde fue impresionante la cantidad eaficinadso que nos esperaban, tradamos mjkcjo en lelgar a la sede, de dpnde con «Cca» Bueso fuumis los últimso en salir. Me quedé dos días en la ciudad y cuando estaba todo calmo me fui para mi país», recordó.

Una anécdota que no olvida fue el famoso premio por ser campeón: «Vine con un acuerdo con un sueldo de 2 mil dólares, de los cuales le envié 500 al representante. Cuando me reuní con los difrectivos les pregunté que cual iba a ser el por quedar campeón ya que les expliquéque no vine a joder», explicó.

Los dirigentes accedirpn a dar unpreio, dego ganar algo más por ello que queres y les dije que optros 2 mil nosoytros te lo damos, es de palbra esdto estentre nsotyrso trses me dieronlamano, se veiany e reian

Me fui a buscar a lso directovos para que me dieran mis pasajede regreso a arehntina

Se quedaron viendo la scaras ja ja ja yme dijeron que sime iban a dar 300 dolares de premio, pero ja ja ja todavía lo esty espernmado, la cuentacomo enacdota no etoy cobrando dspués de tantos añios…ja ja ja.Fue unarreglo de plabara entre Nepatali y elpresidemnte, pero al final no se dio», dijo sonriete al recordra el preio nunmca pagado.

 

 

 

MENSAJE DE 97 ANIVERSARIO:

 

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