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Michell Ramírez: «la natación es mi estilo de vida»

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Honduras es un país apasionado por los deportes, aunque la mayoría escogen el fútbol, pero los atletas de otros deportes como la natación nos siguen regalando más satisfacciones con resultados extraordinarios a través de atletas referentes que luchan y se dedican por sacar la cara por el país, por su deporte, por su club y su familia.

Una de las referentes actuales de nuestra natación es Jennifer Michell Ramírez Posada, quien en plática amena con Diario Más nos cuenta sus secretos y deseos que tiene de cara al futuro, ya que próximamente viaja a Puerto Rico a seguir su carrera universitaria, pero asegura que no se apartará de la que ella llama su pasión.

Ramírez en el Campeonato Centroamericano y del Caribe de Natación (CCCAN), realizado en Barbados ayudó a Honduras a quedar en quinto lugar al ganar cinco medallas: tres de oro, una plata y otra de bronce.

Las de oro fueron en 800 metros estilo libre de la categoría de 18 años o más, deteniendo el cronómetro en 9 minutos, 13 segundos y 56 centésimas, mientras la otra fue en 200 metros estilo mariposa, donde también dominó tanto en su «heat» eliminatorio como en la final y logró la presea dorada en 400 metros estilo libre.

Las otras dos medallas del CCCAN fueron la plata en mil 500 metros libres y el bronce en los 100 metros estilo mariposa: «Es una alegría y satisfacción, es recoger el fruto de largas jornadas de entrenamiento en el gimnasio y en la piscina, pero además la emoción de alcanzar un logro más que pone en alto al país y mi familia».

ASI VIVE LA NATACIÓN:

La joven de 20 años lleva casi una década en la alta competencia, ya en su historia hay 6 CCCAN y busca llegar a los Juegos Centroamericanos en su mejor forma para representar al país: «La natación mi estilo de vida y la piscina es como la pelota para un futbolista, donde yo practico y hago lo que más me gusta hacer, y me destaco», dijo al comenzar una plática de su vida deportiva.

Y es que la vida desde niña le cambió al dedicarse de lleno a su gran pasión, la natación, porque pasa más tiempo en la piscina del club Delfines Sampedranos que en su propia casa: «Entreno dos horas por la mañana y luego voy al gimnasio. Después regreso a casa y luego al colegio, regresando por la tarde a la piscina para nadar otras dos horas, antes de llegar a casa a hacer tareas si hay pendientes y dormir unas cuantas horas porque al día siguiente hay que madrugar», reflexionó.

A pesar de que su rutina se ve accesible y normal, Michelle nos confiesa que al inicio todo fue complicado: «Cuando estaba pequeña sufría bastante, no con la levantada y hacer dos horas de piscina y luego gimnasio, sino que las consecuencias eran en la escuela ya que la primera clase era educación física donde no me quería ni levantar a realizar ejercicio, pero poco a poco me fui adaptando al ritmo y hoy lo disfruto, porque a pesar de que hay días que no tengo que madrugar, pero igual me despierto a las 5:00 de la mañana, lo que hago es volverme a dormir para descansar un poco más», explicó.

La clave para el éxito de Michell es el apoyo total de sus padres e incluso de sus hermanos menores: «Mis papás me apoyan full, si necesito algo me lo dan, me llevan a la piscina y gimnasio y en el caso de mi mamá es un ejemplo porque ella se levanta a la 5:00 am para ir al gimnasio, regresa a casa, se va al trabajo y luego retorna a casa a cuidar a sus hijos y hacer la cena. Ella con su ejemplo nos ha disciplinado siempre», dijo muy orgullosa.

Un hecho que le motiva y alegra es que sus hermanos le sigan sus pasos poco a poco: «Celeste está nadando, Daniel le gusta porque cuando me van a traer dicen que quiere ir a nadar como yo y la pequeñita hace lo que hace su hermanito y eso me alegra porque seguramente mis papás los apoyarán igual», comentó.

A pesar de ser la mayor de los hermanos ha sido muy consentida y goza al recordarlo: «Sí lo soy, ja ja ja… Mi papá me dice Michunga porque así me dicen mis compañeros de natación, pero también me dice mi Michi, o me pone otros apodos», reconoció.

Contrario a los que muchos piensan si le gusta el fútbol y no negó su admiración por el Real España, aunque su papá y su hermana Celeste le vayan al Motagua: «Soy Real España, mi hermana es Motagua. Soy aurinegra por mi familia, ellos me llevaban pequeña a ver los partidos del quipo y sí ganaban en casa lo celebrábamos, por eso me dijeron tenés que ser Real España y me quedé con eso, aunque no le vaya bien», apuntó.

Ramírez sigue sumando y acumulando metas y éxitos, el próximo paso es ir a la universidad, se ganó una beca deportiva, la que con agrado aprovechará: «Estudiaré Ejercicios de la Salud y Promoción al Deporte, donde lo importante es enseñar buenos hábitos de nutrición y ejercicios. Voy a estudiar en la Universidad Sagrado Corazón en Puerto Rico, en donde voy con una beca. Allí estaré en el equipo del señor Fernando Delgado y además en un club cercano, pero además no abandono del todo a Delfines Sampedranos y la selección nacional, ya que vendré a eventos como los campeonatos nacionales», comentó.

A pesar de no tener el tiempo como otros jóvenes de su edad, mantiene amigos con los que disfruta sanamente, pero en los tiempos que le permite la natación: «Cuesta tener vida social, mis amigos me dicen que vaya con ellos a tal lado, pero los viernes no puedo, ellos se acuestan a las 4:30 de la mañana en la fiesta, mientras yo debo entrenar temprano. Igualmente me invitaban al cine en la escuela y pasaba lo mismo, pero a veces voy un sábado a departir con ellos, pero no es muy seguido, la base del éxito en el deporte está en la responsabilidad y el cuido personal», afirmó.

La joven sirena cree que todo lo adquirido en casa y en la piscina con un entrenador como Leonardo «Coro» González, quien concientiza que el atleta de alto rendimiento debe ser disciplinado en todo, le beneficia a ser mejor cada día: «Dicen que el Coro era más estricto antes, pero yo lo veo que en clase es muy exigente y cuando lo veo que anda enojado no me le acerco… ja ja ja, pero nos trata muy bien siempre, pero si exige esfuerzo, eso es bueno», agregó.

Michell es una atleta ganadora por excelencia, pero no cuenta sus medallas, su deseo es ganar más para alcanzar objetivos importantes y convertirse en una de las mejores nadadoras de la historia en Honduras: «No he sumado cuántas medallas he ganado, ya que he participado en muchas competencias nacionales e internacionales, pero si he sumado 17 trofeos que gané en determinados torneos como la nadadora más destacada el evento y algunas placas con distinciones personales. A futuro mi papá me hará un mural especial para guardar tantos recuerdos que tengo, los que significan los éxitos conseguidos hasta el momento, aunque me veo en la piscina mucho tiempo, así como lo hace Ana Joselina Fortín», indicó.

La joven atleta ha demostrado tener mucha fortaleza y resistencia, ya que nada distancias largas e incluso se dio el lujo de cruzar el lago de Yojoa en dos ocasiones: «He nadado en piscina o mar abierto, oficialmente lo hice en el CCCAN 2021. La piscina y aguas abiertas es super diferente por la mentalidad y la preparación, nadar 25 kilómetros no es nada fácil aunque en Honduras nadamos 10. Yo ya crucé el Lago de Yojoa dos veces, gané oro y bronce, fue una experiencia muy bonita con 10 y 5 kilómetros, pero para hacerlo la preparación deber ser más fuerte de lo habitual para competencias de fondo», aseveró.

Ramírez no escondió que su fortaleza en la natación son las pruebas de fondo aunque algunas veces hizo medio fondo con éxito: «Soy experta en pruebas de resistencia o de fondo como 400, 800 y 1,500 metros libres y a veces aguas abiertas, pero también compito en pruebas de medio fondo como 200 libres y mariposa», agregó.

A pesar de sentirse bien con su trayectoria en la natación, considera que la actual generación no es como las anteriores, sobre todo en la época de las hermanas Fortín y hace un llamado sincero a todos los nadadores del país: «Se ve grande la diferencia entre nuestra generación de Julimar Ávila, su servidora y las otras que nos siguen porque no hay mucha disciplina, no se entrena en serio y para esto hay que tener una disciplina bárbara que tenían las hermanas Fortín, dejar muchas cosas a un lado y saber los objetivos que se buscan. A Ana si le dicen que hay un máster se entrena y lo logra, mientras a nuestra generación se le tiene que exigir para entrenarse por la mañana y en la tarde y además gimnasio, la nuestra es rebelde», opinó.

Después de varios años en la natación, la joven sirena también reflexionó sobre sus mejores logros y no duda de que los 800 metros libres es su especialidad: «Mi mejor recuerdo fue en el CCCAN 2020, al ganar los 800 libres, rompí récord de 20 años, además de ser la primera dama en bajarlo de 9:10. Ese logro lo disfruté mucho porque estaba con mi papá, mi entrenador, el  Coro González, con quien trabajamos bastante para eso y llamé a mi mamá para celebrarlo por teléfono con ella. Los 800 libres es la prueba que más disfrutó mucho, ya que desde 2017 siempre gano la medalla de oro», afirmó.

Finalmente la campeona catracha nos deja reflexiones importantes de cómo ser triunfadores en la vida: «limpia tu mente del no puedo, yo siempre me digo a mi misma, vos podés, créetelo que podés. En esta última competencia, muchas personas me dijeron que cada día es un nuevo comienzo, si te va mal en una prueba, no significa que todo va a salir mal». (GG)

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