Canadá llega al sorteo como anfitriona y tras un ciclo marcado por los altibajos

La selección canadiense llega al sorteo del Mundial 2026 con un billete asegurado como anfitriona del torneo, junto con Estados Unidos y México, y tras disputar una serie de amistosos y la Liga de Naciones, en vez de las eliminatorias formales, para afinar su identidad tras un ciclo marcado por los altibajos.

En términos numéricos, el balance del último año deja sensaciones mixtas.

Este año Canadá ha ganado amistosos contra selecciones de envergadura como Ucrania, Rumanía y Gales. Pero también ha protagonizado derrotas como contra Australia, además de los recientes empates a cero contra Colombia y Ecuador.

El último partido amistoso de los canadienses fue una victoria por 2-0 contra Venezuela el pasado 18 de noviembre.

En la Liga de Naciones disputada a principios de año, México cerró a Canadá el acceso a la final pero los canadienses obtuvieron el tercer puesto al ganar a Estados Unidos por 1-2.

Los cambios en la plantilla han sido significativos. Veteranos como Atiba Hutchinson y Milan Borjan ya no forman parte del núcleo, mientras que la responsabilidad ha recaído en una nueva generación encabezada por Alphonso Davies, Jonathan David y Tajon Buchanan.

A ello se suma la irrupción de nombres jóvenes como Luc de Fougerolles y Jacen Russell-Rowe, que han obligado al seleccionador a redefinir roles y jerarquías.

En los banquillos, Canadá vivió un punto de inflexión con la salida de John Herdman en 2023. Su sucesor, Mauro Biello, inició un proceso de transición táctico que derivó en irregularidad.

La posterior llegada de Jesse Marsch aportó mayor claridad: presión alta, verticalidad y un modelo más reconocible, aunque aún lejos de la solidez que exige un Mundial. EFE