De Todo Un Poco
… y 894 días después el Spotify Camp vuelve a abrir sus puertas
El 7 de noviembre de 2025 quedará marcado a fuego en la memoria de la afición azulgrana. Tras 893 días de espera desde aquel último partido, el 28 de mayo de 2023, cuando el Barcelona cerró la temporada con un contundente 3-0 ante el Mallorca, el regreso al Spotify Camp Nou se hizo realidad, aunque fuese para presenciar un entrenamiento de la primera plantilla.
Desde primeras horas de la mañana, los alrededores del estadio se convirtieron en un hervidero de emoción y nostalgia. Familias, grupos de amigos, veteranos que vivieron noches para el recuerdo y jóvenes que sueñan con vivirlos, se mezclaban, compartiendo la misma ilusión: volver a casa.
«Ilusión» y «ganas» eran las palabras más repetidas. Algunos posaban frente a las obras para inmortalizar el momento, otros intercambiaban recuerdos, y todos respiraban la misma energía que solo el Spotify Camp Nou puede despertar.
Al entrar, el ambiente era una mezcla de fiesta y devoción: cánticos que resonaban por toda la avenida, bufandas agitadas al viento, la mascota ‘CAT’ como maestra de ceremonias y una moqueta de césped recién estrenada que parecía susurrar: «Bienvenidos de nuevo».
El regreso no fue completo: el aforo se ha limitado a 23.000 espectadores, correspondientes a la fase 1A del estadio, que incluye la tribuna y el Gol Sur. Sin embargo, nada logró restar emoción a la jornada. Volver a pisar el estadio, sentir el murmullo vibrante de la multitud y admirar la majestuosidad de las gradas seguirá siendo un ritual incomparable para los barcelonistas.
La tercera gradería, donde por tramos empezaba a asomar el cemento que pronto sostendrá los nuevos asientos, era la evidencia más clara de los cambios respecto a la última visita, el pasado 23 de septiembre.
Ese interior ya casi acabado contrasta con el exterior, todavía marcado por el eco de la obra: restos de construcción, accesos a medio terminar y maquinaria que recuerda que el estadio azulgrana sigue transformándose, pero que su corazón vuelve a latir.
Cuando los jugadores saltaron al césped, también ellos parecían ser conscientes de la magia del día. Muchos nunca habían vivido algo así, y se notaba en las miradas, los gestos y ese instante de quedarse contemplando la majestuosidad del que será el estadio más grande de España.
Hansi Flick, especialmente emocionado en su primer día, no dejó ningún detalle al azar. Salió el primero junto a Marcus Sorg, y en la foto de grupo quiso que estuviera todo su equipo; aplaudió y saludó sin cesar a los seguidores que le aclamaban, regalando un momento para el recuerdo.
Y, casualidad o no, Lamine Yamal, acompañado de Roony Bardghji, fue el último en salir. En ese instante, el nuevo Spotify Camp Nou estalló en su primera gran ovación: una reverencia ensordecedora al joven ’10’ de Rocafonda, al talento que todos esperan que escriba noches de gloria y deje su huella imborrable en el templo azulgrana.
Los jugadores aprovecharon para dar un par de vueltas al campo, calentar y saludar a los aficionados que habían regresado a su estadio.
Después, realizaron ejercicios de estiramiento y activación; los porteros se colocaron en la portería, mientras que el resto del equipo se dividió en los tradicionales rondos, provocando la emoción y los aplausos de los seguidores que, tras 893 días de espera, volvían a sentir a los suyos en casa.
Por un instante, la larga ausencia desapareció como un suspiro, dejando solo la certeza de que, aunque el estadio aún no esté completamente terminado, el corazón del Barcelona late hoy más fuerte que nunca en su hogar. EFE
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