Pogba, un soldado caído

El francés Paul Pogba, que lleva más de dos años sin jugar, sigue sin salir del túnel oscuro en el que está metido.

El mediocentro, que apuntaba a colarse en la convocatoria del Mónaco ante el Paris FC, finalmente se va a quedar fuera por una lesión de tobillo en el entrenamiento del jueves.

El bueno de Pogba recién sale de una y se vuelve a meter en otra. La suerte no está acompañando al mediocentro francés, que continúa sin poder ver la luz. El galo lleva desde el mes de septiembre de 2023 sin jugar un encuentro de manera oficial y la espera sigue alargándose por culpa de otro problema.

En esta ocasión, el nuevo fichaje del Mónaco, que apuntaba a estar entre los elegidos para el enfrentamiento de este sábado contra el Paris FC, ha visto cómo una torcedura de tobillo en el entrenamiento del jueves le va a dejar fuera de combate, al menos, hasta después del parón internacional de noviembre.

Otra vez le toca parar, lo que supone un golpe psicológico en toda regla. Su situación es crítica porque no termina de reencontrarse consigo mismo. Han pasado más de dos años desde la última vez que se sintió futbolista, con una sanción por dopaje de por medio. Su llegada al Principado apuntaba a cambiar el curso de su historia, pero no ha sido así y continúa sin debutar con su club.

Su condición física le lastró durante parte del verano y de este otoño, incluyendo un problema muscular en el inicio de este mes de octubre. Cuando parecía que estaba progresando adecuadamente y listo para servir en el campo de batalla, llegó un nuevo varapalo. Pogba tendrá que seguir viendo al Mónaco desde la barrera sin poder aportar ni un gramo de fuerza. El francés aguarda su momento. (Besoccer)

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