El valor de un penal

Por: Elmer López Lutz

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¿Cuánto vale anotar un penal? Eso depende del momento en que se está jugando el partido, pues hay una gran diferencia en su valor cuando el partido viene comenzando a si este se sanciona al final del mismo y sobre todo, si se trata de la tanda de penales cuando el encuentro ha terminado con empate a goles.

El valor de un penal también está condicionado a lo que un partido de fútbol en sí representa. No es la mismo anotar en un partido normal de liga a hacerlo cuando se trata de las instancias finales de un torneo ya sea este de carácter nacional o internacional. Me recuerdo del penal fallado por Roberto Baggio cuando elevó su disparo sobre el travesaño y con eso le dio el cuarto título mundial a Brasil en la final de la Copa del Mundo 1994.

Al margen de lo anteriormente dicho mi intención es referirme al valor de lo que representa lanzar un penal en la mente del ejecutor.

Recordemos que el futbol es un deporte de conjunto donde 11 jugadores colaboran juntos en la elaboración de un resultado, donde las virtudes individuales se conjuntan en un trabajo de equipo, es decir, se trata de una responsabilidad compartida.

Sin embargo, en el momento de lanzar un penal, el ejecutante de repente, se encuentra solo, dependiendo exclusivamente de sí mismo.

Viene entonces la pregunta obligada, ¿Cuáles son los factores que determinan si el ejecutor tendrá éxito?

1. Experiencia acumulada en la ejecución del mismo. Es normal que un equipo tenga 2 o 3 jugadores designados para lanzar penales en base al porcentaje de efectividad en la ejecución del mismo. Pero en una tanda de penales cada jugador se convierte en un potencial penalero. De allí la importancia que todos los jugadores del equipo practiquen con frecuencia la ejecución de tiros penales. La repetición de la misma acción perfecciona la ejecución. Un cirujano se convierte en un cirujano exitoso porque ha realizado la misma cirugía cientos de veces. Lanzar un penal es un arte.

En nuestra liga la mayoría de los penales están sujetos a la intuición del portero, pero un penal bien ejecutado es imposible de detener hasta por el mejor portero del mundo.

2. El factor más importante, y es allí donde falla la gran mayoría de nuestros futbolistas, es que ellos mismos no se consideran capaces de ejecutarlos. El futbolista profesional debe de creer en su capacidad, así como sucede en cualquier otra profesión. No están allí por casualidad, están allí porque tienen el don de jugar al futbol, cientos de los que pasamos criticándolos ni siquiera podemos parar un balón. Es cuestión de creérsela y actuar con el convencimiento de poder lograrlo.

Después de estas malas experiencias con nuestros equipos en la Copa Centroamericana 2025 y con los partidos claves de nuestra Selección Nacional del próximo mes, sólo resta mencionar a los futbolistas que nos representarán las palabras del Premio Nobel de Literatura, Rudyard Kipling: “El éxito está en la mente del que cree que puede hacerlo”.

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