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Figuras del Kenpo Karate: Juan Andrés Fortín Lardizábal

Publicado

Por: Sensei Mauricio Ramírez

Cuando Juan Andrés Fortín Lardizábal pisa el tatami, su cinta morada ondea con una confianza que desafía su corta edad.

Con apenas 8 años y menos de dos años de trayectoria en el Kenpo Karate, este joven guerrero hondureño ya ha escrito su nombre en el mapa internacional de las artes marciales, acumulando un impresionante palmarés de 14 medallas de oro, 6 de plata y 5 de bronce en torneos nacionales e internacionales.

Un comienzo meteórico
La historia de Juan Andrés en el mundo del Kenpo comenzó a inicios de 2024, cuando cruzó por primera vez las puertas de la Escuela Nuevos Guerreros, bajo la tutela del Sensei Antonio Banegas. Lo que podría haber sido simplemente una actividad extraescolar se transformó rápidamente en una verdadera vocación.

«Juan Andrés es disciplina pura», comenta orgulloso su instructor. «En pocos meses demostró su pasión por las artes marciales”. Su dedicación y capacidad de aprendizaje son extraordinarias».

El joven karateca también representa al equipo de Kenpo Karate de Discovery School y a la Federación Nacional de Kenpo Karate de Honduras (FENAKENPOH), honrando los colores nacionales en escenarios internacionales.

Especialista versátil
Lo que distingue a Juan Andrés de otros competidores de su edad es su versatilidad. Destaca en tres disciplinas fundamentales: Combate a puntos, Formas Creativas y Armas Creativas, siendo estas últimas dos áreas donde recibe instrucción especializada del Máster Mauricio Ramírez.

«Pronto incursionará en Forma Tradicional», adelantan desde su equipo técnico, lo que ampliaría aún más su ya impresionante repertorio marcial.

2024: El año del despegue
Su primer año en competencia fue nada menos que espectacular. Tras debutar en mayo de 2024 en el Torneo «Gran Reto del Dragón» en Tegucigalpa—donde conquistó el oro en Armas Creativas—, Juan Andrés rápidamente demostró que su talento trascendía fronteras.

Apenas tres semanas después, en Guatemala, como parte de la delegación de FENAKENPOH, se alzó con el primer lugar en Formas Creativas en el torneo «Batalla Bajo La Luna en la Noche de las Estrellas».

Siguieron triunfos en El Salvador conquistando dos Oros y una Plata y, culminando el año 2024, su participación en el IX Campeonato del Mundo en Argentina, donde obtuvo dos Oros y una Plata—un logro extraordinario para cualquier atleta, mucho más para un niño de 7 años, en ese entonces.
Este desempeño le valió un reconocimiento especial: Atleta del Año 2024 por parte de FENAKENPOH, distinción otorgada el 7 de diciembre de 2024.

2025: Consolidación internacional
El año 2025 ha confirmado que aquel debut no fue casualidad. Juan Andrés viajó hasta Miami, Florida, para competir en «The Pan-American Internationals de Artes Marciales», donde enfrentó a competidores de todo el continente, cosechando dos medallas de plata y un cuarto lugar.

De regreso en Centroamérica, continuó sumando preseas para nuestro País, conquistando en Guatemala 2 Oros y un Bronce y en Honduras siguió cosechando triunfos, alternando entre podios nacionales e internacionales con una consistencia que habla de una madurez deportiva más allá de su edad.

En marzo de 2025, el Ranking Hondureño de Artes Marciales (RHAM) lo reconoció entre los mejores atletas nacionales, ratificando su estatus como referente del Kenpo hondureño.

El guerrero tras las medallas
Más allá de los trofeos y reconocimientos, Juan Andrés es un niño de 8 años que equilibra su pasión por las artes marciales con la escuela y la vida familiar. Su disciplina en el tatami se refleja en sus estudios en Discovery School, donde también representa a su institución en competencias.

«Es un ejemplo de que la edad no es limitante cuando hay pasión, disciplina y apoyo», señalan desde FENAKENPOH. «Juan Andrés está escribiendo su propia historia, inspirando a otros niños hondureños a perseguir sus sueños deportivos».

Mirando al futuro
Con 10 torneos en su haber—cinco de ellos internacionales—y una proyección que apunta cada vez más alto, Juan Andrés Fortín Lardizábal representa no solo el presente brillante del Kenpo Karate hondureño, sino también su futuro promisorio.

Su cinta morada es apenas un escalón en el camino hacia la negra que, de continuar este ritmo, no tardará en alcanzar. Mientras tanto, este pequeño gran guerrero sigue entrenando, compitiendo y demostrando que Honduras tiene mucho que decir en el escenario internacional de las artes marciales.


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