Connect with us

Portada

La FIFA presentará el balón oficial del Mundial 2026

Publicado

La FIFA dará a conocer la pelota que se utilizará en el próximo Mundial que se desarrollará en Estados Unidos, México y Canadá.

Se trata de una presentación cargada de expectativa, porque será la última que acariciará Lionel Messi en la cita más importante del planeta.

La irrupción de la tecnología en la fabricación de los balones marcó un antes y un después en la historia de los mundiales. Desde la creación de la Fevernova para la edición que organizaron Corea del Sur y Japón en 2002, la evolución de las pelotas oficiales quedó marcada por la identidad cultural del país anfitrión en cada certamen.

El recorrido histórico de las pelotas mundialistas puede dividirse en tres grandes etapas. La primera, que se extendió desde el torneo inaugural en Uruguay de 1930 hasta Inglaterra 1966, estuvo dominada por el uso de cuero y vejiga animal como materiales principales. Durante este período, la transición del tiento a los balones con válvula y costura invisible representó un avance significativo. Este sistema permitió mejorar la seguridad y el rendimiento de los jugadores, quienes hasta entonces solían protegerse con boinas para evitar lesiones provocadas por los cabezazos y cortes en la frente que producían los balones.

La importancia sobre la calidad de las pelotas quedó en evidencia desde la primera final en Montevideo. En aquella ocasión, la falta de un reglamento claro sobre el modelo a utilizar generó una disputa entre Argentina y Uruguay, ya que cada selección prefería su propia pelota. Los especialistas coinciden en que ambos modelos eran similares, diferenciándose principalmente en el origen del cuero. Para resolver la controversia, el árbitro belga John Langenus optó por un sorteo: el primer tiempo se jugó con la pelota albiceleste y el segundo con la oriental. El resultado favoreció a los charrúas, que revirtieron el marcador y se impusieron por 4 a 2, tras ir perdiendo 2 a 1 al descanso.

A medida que avanzaba esta primera etapa, las pelotas se volvieron más livianas y se eliminaron los elementos que dificultaban el juego, como el tiento.

La segunda gran fase comenzó en México 1970, cuando la modernidad irrumpió de la mano de Adidas, empresa que desde entonces mantiene los derechos de fabricación de los balones mundialistas. En ese torneo debutó la Telstar, caracterizada por sus 32 gajos de cuero en blanco y negro, un diseño que se convirtió en el arquetipo moderno. La continuidad de este diseño se mantuvo en Alemania 1974 con la Telstar Durlast, consolidando una nueva era en la historia del deporte.

En la edición de Argentina 1978 se marcó otro hito con la aparición de la Tango Durlast, que no solo acompañó el primer título argentino, sino que estableció una matriz de diseño que perduró hasta Francia 1998. Durante estas dos décadas, la estructura básica de las pelotas se mantuvo, aunque cada edición incorporó innovaciones tecnológicas y estéticas adaptadas al país organizador. La Azteca de México 86 ocupa un lugar especial en la memoria argentina, ya que con ese balón la selección de Carlos Bilardo conquistó su segundo campeonato y Diego Maradona alcanzó la cima de su carrera. Otros modelos destacados de este período fueron la Etrusco de Italia 90 y la Tricolore de Francia 98.

La tercera etapa se inauguró en Corea-Japón 2002 con la llegada de la Fevernova, que introdujo un cambio de paradigma tanto en la construcción como en el diseño. Este balón incorporó tres capas tejidas, lo que permitió alcanzar una alta precisión en el vuelo. Para los argentinos, sin embargo, la Fevernova evoca el recuerdo amargo de la eliminación en la fase de grupos cuando Marcelo Bielsa estaba al frente del equipo.

A partir de ese momento, la continuidad en el diseño se rompió definitivamente. Cada nueva edición presentó saltos tecnológicos y estéticos notables, con un enfoque en reflejar la cultura del país anfitrión. Así, la llegada de la Teamgeist en Alemania 2006 innovó con 14 paneles sellados, abandonando la tradicional estructura de 32 gajos y eliminando las costuras, lo que redujo la resistencia al aire y aumentó la velocidad del balón. Por primera vez, se utilizaron pelotas únicas para cada partido, con la inscripción de los equipos y la fecha del encuentro.

En Sudáfrica 2010, la Jabulani generó controversia al ser promocionada como “el balón más esférico de la historia”. Su diseño redujo el número de paneles a ocho, disminuyendo las hendiduras y, por ende, la resistencia al aire. Esta característica provocó un vuelo aleatorio e impredecible, motivo de críticas por parte de jugadores y entrenadores.

La Brazuca de Brasil 2014 introdujo una nueva estructura con seis paneles, cuya distribución facilitó el control y la dirección del balón, lo que fue valorado positivamente por los protagonistas, aún afectados por la experiencia con la Jabulani.

En Rusia 2018, la Telstar 18 sorprendió al incorporar un microchip en una de sus capas, permitiendo la transmisión de datos de proximidad y la interacción con teléfonos móviles. El diseño recuperó la estética clásica, fusionando tradición y tecnología.

Para Qatar 2022, la Al Rihla se diseñó con 20 paneles para optimizar la precisión y estabilidad en vuelo. El nombre, que significa “El viaje” en árabe, y su estética se inspiraron en la cultura, la arquitectura, las embarcaciones emblemáticas y la bandera del país del Golfo. Un modelo que ha despertado entusiasmo entre los fanáticos de La Scaloneta, porque le permitió a Lionel Messi quedarse con el trofeo más codiciado del planeta. (Infobae)


Noticias Patrocinadas

Ver Más

TABLA LIGA NACIONAL

Derechos Reservados © 2025 Diario Deportivo MÁS, Honduras Centro América. Politica de Privacidad