Boxeo
Crawford acaba con el reinado de Canelo Álvarez

El mexicano Saúl «Canelo» Álvarez perdió la noche del sábado por decisión unánime ante el estadounidense Terence Crawford en Las Vegas y le entregó sus cuatro cinturones de campeón indiscutido del peso supermediano.
Para decepción de la mayoría de los 70.482 aficionados presentes, la estrella mexicana encajó una sorprendente y rotunda derrota, la tercera de su carrera, frente a un peleador que ascendió dos categorías para enfrentarlo.
El invicto Crawford, antiguo monarca del peso superligero y welter, se convirtió en el primer boxeador de la historia en ser campeón indiscutido de tres divisiones distintas.
Tras una actuación muy floja del favorito Canelo, los jueces dieron el triunfo al local con dos tarjetas de 115-113 y otra de 116-112 sobre el ring del Allegiant Stadium.
«Una derrota no me define. Al estar aquí yo ya gané», afirmó el mexicano tratando de animar a sus seguidores y mostrándose dispuesto a una revancha.
«Crawford es un gran peleador y hay que darle crédito. Pero yo me siento el mismo (…). Me siento bien compartiendo el ring con grandes peleadores como él. Si lo hacemos otra vez, será genial», aseguró.
Canelo, de 35 años, poseía los cuatro cinturones del peso supermediano (168 libras – 76,2 kg) desde 2021 y los había defendido con éxito en seis ocasiones.
El mexicano, la gran máquina de facturar del boxeo actual, quedó con un expediente de 63 victorias (39 nocauts), dos empates y tres derrotas.
Sus anteriores tropiezos fueron en 2013 frente al invicto Floyd Mayweather Jr. y en 2022 ante el ruso Dmitry Bivol en una pelea en la que ascendió al mediopesado.
Crawford, vencedor de los 42 combates de su carrera, no se resintió del doble salto de división que dio para esta pelea desde los 69,8 kilos del superwelter, del cual es campeón de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).
El peleador de Omaha (Nebraska) desplegó una estrategia muy inteligente para que pesara más su ventaja en velocidad que la de Canelo en potencia física.
«Gracias al Señor… Esto no es una coincidencia. Él hizo este evento solo para mí», afirmó al recoger los cuatro cinturones del mexicano.
– Pelea multimillonaria –
Crawford, en la recta final de su carrera a los 37 años, había arriesgado su inmaculado registro para enfrentar a Canelo, el gran rostro del boxeo de los últimos años.
Según reportes periodísticos, el púgil de Guadalajara tenía garantizado un cheque de al menos 100 millones de dólares por esta pelea, la segunda del lucrativo contrato que firmó a inicios de año con la promotora saudita Riyadh Season.
El evento, retransmitido por Netflix a nivel mundial y promovido por el influyente Dana White, patrón de la UFC (artes marciales mixtas) y cercano a Donald Trump, generó una expectación especial incluso para la capital mundial del boxeo.
Los grandes casinos y el T-Mobile Arena (20.000 asientos), se quedaron pequeños para albergar este acontecimiento, lo que llevó a convertir por primera vez el Allegiant Stadium, hogar de los Raiders de la NFL, en un monumental ring de boxeo.
Como siempre que pelea en su feudo de Las Vegas, Canelo tuvo el apoyo casi unánime del público y, al cumplir 20 años como profesional, sigue convocando más multitudes que ningún otro boxeador, aunque esa capacidad de atracción ahora queda en duda.
Crawford pareció intentar congraciarse con el público al caminar hasta el ring al son de la Canción del Mariachi, mientras Canelo se presentó con el clásico México Lindo y Querido en medio de una atmósfera eléctrica en las gradas.
Rostros conocidos poblaban las primeras filas, incluidos los actores Charlie Sheen, Michael J. Fox y la colombiana Sofía Vergara, así como figuras del boxeo como Mike Tyson.
– Canelo superado –
La primera campana resonó entre cánticos de «Canelo, Canelo» pero fue Crawford el primero en tomar la iniciativa.
Un temprano golpe del zurdo estadounidense marcó el tono inflamando el pómulo del mexicano.
A Canelo le costó ajustarse a un rival mucho más ágil y rápido con los puños de lo que está acostumbrado.
El estadounidense se veía fuerte para mostrarle una sonrisa a un Canelo que, sobrepasado en velocidad, estaba obligado a dar un paso adelante para defender su corona.
El mexicano dejaba escapar gestos de frustración y en el noveno asalto atacó a Crawford en las cuerdas hasta hacerle un corte con un cabezazo en la ceja que fue considerado accidental y por el que Canelo le pidió disculpas.
Álvarez nunca llegó a reaccionar ante un superior Crawford, a quien el público acabó reconociendo con aplausos en los compases finales. (AFP)
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