José María Marín, expresidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), que fue suspendido de por vida por la FIFA debido a un grave asunto de corrupción, falleció este domingo en São Paulo a los 93 años.

La muerte fue confirmada por sus familiares, que anunciaron que el velatorio será realizado este mismo domingo en la ciudad de São Paulo.

Marín, hijo de españoles, comenzó su vida pública en la política, llegó a ser gobernador del estado de São Paulo y en 2012 asumió la presidencia de la CBF, cargo en el que sustituyó a Ricardo Teixeira y en el que permaneció hasta 2015, cuando fue descubierto que había participado en un escándalo de sobornos en el ámbito de la FIFA.

En mayo de ese año fue detenido en Suiza junto con otros directivos del organismo, en el marco de lo que fue conocido en la época como «FIFA Gate».

Fue extraditado a Estados Unidos, donde tras pagar una fianza permaneció en arresto domiciliario a la espera del juicio, en el que se declaró no culpable, aunque de todos modos fue condenado a prisión bajo cargos de conspiración y blanqueo de dinero.

En abril de 2020, debido a problemas de salud que ya sufría, recuperó la libertad y regresó a São Paulo, donde mantuvo una vida discreta, alejado de toda actividad pública.

Un año antes, la Comisión de Ética de la FIFA le había inhabilitado de por vida para ejercer cualquier activad relacionada con el fútbol tanto a nivel nacional como internacional. EFE