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Mexicano Ortiz se mete en la pelea de un Abierto de EEUU

Con una fabulosa tercera ronda, el mexicano Carlos Ortiz se situó este sábado en los puestos de cabeza del Abierto de Estados Unidos en Oakmont (Pensilvania), donde el golfista local Sam Burns conservó el liderato y los favoritos Scottie Scheffler y Jon Rahm retrocedieron.
Ortiz, miembro del circuito saudita LIV Golf, escaló hasta la quinta posición de este torneo de Grand Slam después de una tercera vuelta de 67 golpes, tres bajo par.
Con un acumulado de 210 golpes (par), el jugador de Guadalajara está cuatro por debajo de Burns, inesperado líder del evento a falta de la ronda final del domingo.
«La oportunidad de ganar un Grand Slam es especial. Estoy muy emocionado por lo que nos espera mañana», afirmó Burns, ganador de cinco torneos de PGA pero ningún ‘Major’.
«La historia de este lugar y todas las personas que han estado aquí antes que yo, que han pisado este terreno y han jugado aquí, es realmente especial», afirmó.
A un golpe del estadounidense se ubicaron su compatriota J.J. Spaun y el australiano Adam Scott y a dos el noruego Viktor Hovland.
Scott, campeón del Masters de Augusta en 2013, es el único del top-5 de la clasificación que posee un trofeo de Grand Slam.
La ausencia de favoritos en primera línea refleja la extrema imprevisibilidad de esta edición 125 del US Open.
– «Es difícil ahí fuera» –
El temible campo de Oakmont, a las afueras de la ciudad de Pittsburgh, ha causado estragos entre los grandes candidatos como el estadounidense Scheffler, número uno mundial; el español Rahm, ganador del evento en 2021, o el norirlandés Rory McIlroy, flamante campeón del Masters de Augusta en abril.
Ortiz fue de los pocos jugadores que se adaptaron a la extrema humedad en Oakmont donde, tras una noche y mañana lluviosas, apenas cuatro golfistas bajan del par.
El mexicano, de 34 años, nunca ha terminado entre los 50 mejores en sus 10 participaciones en ‘Majors pero el sábado se metió en la pugna por el cheque de 4,3 millones de dólares con un recorrido de cuatro birdies y un único bogey, cometido en el último hoyo.
«Hoy fue un poco más fácil alcanzar los greens y las calles debido a la suavidad del campo. Pero aún así había que golpear bien», describió. «El rough es denso, hay que ser bueno desde el tee hasta el green y, por supuesto, asegurarse de que la bola llegue de alguna manera al hoyo».
«Sinceramente, lo único que intento hacer es dar lo mejor de mí mismo, desde el primer hoyo al 18, sea lo que sea que haya que hacer», afirmó. «Es difícil ahí fuera».
– Scheffler y Rahm descolgados –
Antes de sumarse tres años atrás a LIV Golf, Ortiz dejó su huella en el golf mexicano gracias a su victoria en el Abierto de Houston de 2020, que acabó con 42 años de sequía de su país en el circuito estadounidense PGA.
Precisamente en la misma ciudad texana Ortiz logró hace un año el primer triunfo de su trayectoria en LIV Golf.
Su hermano Álvaro también compitió esta semana en Oakmont pero quedó fuera del corte el viernes.
Otro golfista latinoamericano, el argentino Emiliano Grillo, se situó a ocho golpes de la cabeza en la undécima plaza, compartida con el estadounidense Scheffler.
El número uno mundial se quedó el sábado en 70 golpes (par) sin recortar terreno en su búsqueda de un segundo título grande seguido tras el Campeonato de la PGA de mayo.
Por detrás todo era sufrimiento entre los principales aspirantes al tercer ‘Major’ de los cuatro del calendario.
Jon Rahm, único campeón español de este emblemático torneo, finalizó con 73 golpes (+3) y está a 11 de la cabeza.
Rory McIlroy, que cometió hasta seis bogeys para una tarjeta de 74 golpes, reconoció tanto su bajo nivel esta semana como las extremas dificultades que entraña Oakmont.
«Esperaba jugar mejor, pero no lo hice» y mi torneo es «bastante mediocre», afirmó el número dos mundial. «Es uno de esos campos en los que se puede perder la paciencia muy rápidamente». (AFP)
