Fútbol Internacional
Acerbi, un símbolo de superación y del oficio del Inter

Para llegar a la final de Múnich, donde el París Saint-Germain será el obstáculo, Acerbi fue decisivo al anotar en el descuento final de la vuelta ante el Barcelona, poniendo un 3-3 en el marcador que permitió llegar a la prórroga, donde su compañero Davide Frattesi decidió después con el 4-3 definitivo.
A sus 37 años, Acerbi está posiblemente ante su última gran oportunidad, después de ese sorprendente tanto y de mostrar su espíritu de lucha en los dos duelos contra el Barça y también en la ronda anterior, la de cuartos, ante el Bayern de Múnich.
Todo en ese gol decisivo de las ‘semis’ ante Wojciech Szczesny respondía a su resiliencia sobre el césped, frente a todo tipo de situaciones adversas.
Con una bota agujereada, pudo rematar un centro raso de Denzel Dumfries, antes de quitarse la camiseta para dejar al descubierto su torso espigado cubierto de tatuajes, mientras que el juvenil Lamine Yamal (17 años), el símbolo del Barça, terminaba con la mirada perdida sentido sobre la hierba de San Siro.
– Objetivos alcanzables –
«Fue un momento muy especial. Sentí que algo cambiaba cuando el balón tocó la red», declaró este lunes Hakan Calhanoglu, mediocampista del Inter. «Fue en ese momento cuando nos dimos cuenta de que podíamos ganar el partido», insistió.
A pesar de su edad, Acerbi es la primera opción de Simone Inzaghi en el centro de la defensa de tres hombres del Inter y será titular el sábado ante el PSG.
Para llegar a este momento dulce de su carrera, Acerbi ha tenido que batallar a contracorriente, especialmente por los problemas de depresión que vivió después de la muerte de su padre cuando estaba en el AC Milan, hace más de una década.
Superar un cáncer de testículos también marcó para él un antes y un después. Incluso insiste en sus entrevistas en que la enfermedad fue el trampolín para tomar impulso en su vida.
«Después de la muerte de mi padre, toqué fondo. Nada me estimulaba, no sabía ni jugar», explicó en 2019 sobre aquel momento duro de su vida.
«Empecé a beber, me bebí todo. El cáncer me salvó porque tenía algo contra lo que luchar de nuevo, algo que superar. Me decidí a enfrentarlo. Vi entonces las cosas con claridad, que de un día a otro todo puede cambiar. Podría hasta decir que la enfermedad me mejoró. Me enseñó a dejar de soñar y a marcarme objetivos alcanzables», señaló.
– De vuelta a la Azzurra –
Uno de ellos era la selección italiana, a la que llegó con 31 años, después de un par de participaciones en amistosos al principios de su carrera.
Jugó su primer partido oficial de la Azzurra en septiembre de 2019, contra Finlandia. Dos meses después firmó su único gol con el equipo nacional, frente a Bosnia-Herzegovina.
Su gran temporada con el Inter ha sido recompensada por Luciano Spalletti con una convocatoria para los próximos partidos del equipo en la fase de clasificación del Mundial 2026, contra Noruega y Moldavia.
Es su primera convocatoria con Italia desde marzo del año pasado, cuando tuvo que abandonar la concentración del equipo después de ser acusado por el brasileño Juan Jesús de insultos racistas durante un partido del Inter contra el Nápoles.
Acerbi fue absuelto después por la Federación Italiana de Fútbol (FIGC), por falta de pruebas.
El caso generó gran controversia en Italia y fuera del país. El Nápoles y Juan Jesús se enfadaron mucho, pero Acerbi escapó a una suspensión de 10 partidos.
Después se quedó sin Eurocopa, aunque no por sanción, sino por una lesión.
Su temporada actual también comenzó en la enfermería, pero ahora el ‘viejo’ Acerbi, con todas las cicatrices de la vida en su cuerpo, puede terminarla levantando la ansiada ‘Orejona’.
