El Betis del chileno Manuel Pellegrini ha entrenado este lunes en su ciudad deportiva para ultimar los detalles de la final de la Liga Conferencia ante el Chelsea inglés del próximo jueves antes de poner rumbo a mediodía hacia la ciudad polaca de Breslavia en la que se jugará el partido.

La principal ausencia del grupo en los minutos abiertos a los medios ha sido el centrocampista argentino Giovani Lo Celso, entre algodones y que ha trabajado al margen por una distensión muscular, por lo que apurará en las más de 48 horas que restan para el partido para estar a las órdenes de Pellegrini, de inicio o a lo largo del partido en función de su estado físico.

La incógnita de Lo Celso cobra especial relevancia por ser una de las bazas fundamentales del juego de ataque bético en Breslavia junto a los dos máximos puntales en la zona de desequilibrio, el extremo brasileño Antony Dos Santos y el capitán Isco Alarcón, quien hoy ha empezado una semana especial con la noticia de su vuelta a la selección española.

El Betis ha iniciado así la cuenta atrás para la primera final europea de su historia en un ambiente de concentración en sus jugadores y euforia en la afición verdiblanca que, desde hoy, empieza la peregrinación hacia tierras polacas por las más variadas combinaciones de vuelos e itinerarios de toda índole para cubrir los más de tres mil kilómetros que separan el Villamarín del Municipal breslavo.

La clasificación para la Liga Europa, cuatro jornadas antes del final de la competición doméstica, ha posibilitado que Pellegrini haya aprovechado el epílogo liguero como banco de pruebas para la final y para ‘enchufar’ en intensidad e implicación a todos los efectivos de su plantilla para esta cita histórica para el club de las trece barras.

Como en los exámenes que en estas fechas preparan miles de jóvenes béticos, de poco sirve atracarse en las últimas horas cuando lo mollar debe estar hecho y estudiado; y el técnico de Santiago, por ingeniero, metódico y cartesianio, es sabedor que lo prioritario ahora es descargar físicamente y, sobre todo, la mentalización.

Por ello, el chileno no ha dejado que sus jugadores bajen el pistón una vez lograda la clasificación europea y, prueba de ello, fue la bronca que les dio en una pausa en el Metropolitano -«a qué estamos jugando, carajo», les espetó- como aviso a navegantes para la intensidad que exige para su duelo ante su antiguo pupilo Enzo Maresca, a quien tuvo de segundo en el West Ham United.

Por ello, el entrenamiento de hoy, como el de mañana en el escenario del partido, no son más que el colofón táctico para el duelo y, además, la prueba para comprobar el estado físico de todos los jugadores que tiene disponibles para el choque, en el que no estarán los no inscritos William Carvalho y el colombiano Cucho Hernández.

Tampoco llegan al duelo de Breslavia los lesionados de más larga duración, Diego Llorente, Héctor Bellerín y Marc Roca, aunque en contrapartida sí lo hacen futbolistas que han acelerado en su puesta a punto como el portero de la competición, Fran Vieites, quien ha superado una lesión muscular; y apura para llegar el punta argentino Chimy Ávila.

Ya gestionó su banquillo y reservó peones clave en el epílogo liguero ante el Valencia, por lo que el chileno podrá contar con jugadores importantes en su dibujo táctico como el mediocentro estadounidense Johnny Cardoso, llamado a ser el eje del equilibrio del juego bético ante el equipo londinense, además del lateral senegalés Youssouf Sabaly, quien ha superado una lesión en la clavícula.

La expedición verdiblanca tiene previsto volar a mediodía de este lunes hacia Breslavia, donde llegará a las 19.00 horas y donde este martes se ejercitará en el escenario del partido y comparecerá Manuel Pellegrini con dos futbolistas béticos. EFE