El entrenador del Manchester United, el portugués Rúben Amorim, cree que, tras una temporada complicada, con una muy mala clasificación en la Premier League, ganar este miércoles el título de la Liga Europa en la final ante el Totenham Hotspur en Bilbao les «puede ayudar de cara al futuro».

En ese sentido, no quiso entrar en lo que le depare a él el futuro inmediato. «No es el caso de hablar de mi futuro ahora. Va a terminar la temporada y habría que ver de manera distinta al equipo, pero ganar un título europeo es importante y ganar un título nos puede ayudar de cara al futuro», dijo en la rueda de prensa previa a la final ofrecida este martes a última hora en San Mamés.

«No es el caso que me vaya a ir. Llegué desde un club (Sporting de Portugal) que para mantener jugadores había que jugar la Champions. Aquí es distinto, el Manchester United es una marca enorme. Siempre juego por más que mí mismo, entreno para los jugadores, el cuerpo técnico y todos los aficionados», insistió, tras un pequeño reconocimiento de unos minutos de su equipo del césped de ‘La Catedral’.

Sobre la preparación del encuentro, independientemente de lo que haga el Tottenham, que dio descanso a sus jugadores más importantes en la última jornada de la Premier League, dijo que tiene claro que lo que necesitaban «era competir».

«No sé cuál es el contexto del Tottenham. Hemos tenido tiempo para preparar la final y la mejor forma es que los jugadores hayan estado jugando. No puedo responder por parte del Tottenham», explicó.

De cara a la final, Amorim cree que el sistema de juego «realmente no es importante». «Será un sistema normal en el que podemos cambiar algunas características, pero es un sistema como cualquier otro. Realmente no es importante», apuntó, más pendiente del estado de ánimo de sus jugadores, a los que quiere «ilusionados y con confianza» en sus opciones.

Ya de cara al futuro, señaló que «es difícil» valorar lo que le falta a su equipo y cómo solucionarlo, y cree además que ganar la final «no va a resolver todo».

«Sabemos los problemas que tenemos, sabemos lo que tenemos que cambiar, mejorar los fichajes… Es un poco difícil mostrar una cosa que hay que hacer y no se va a resolver todo ganando un trofeo. Hay muchas cosas que tenemos que hacer para llevar este equipo a la cúspide. Mañana va a ser importante para nuestro equipo. El de mañana es un mensaje muy importante para todos», subrayó.

Al respecto, asume que no tiene su futuro inmediato asegurado ni en sus manos. «Hemos tenido entrenadores que han perdido partidos y se les ha destituido. Se trata más del club que de mí mismo. La directiva entiende que tenemos muchos problemas y que este contexto es complicado», dijo.

Y tampoco tiene demasiado claro que tenga el respaldo pleno de la afición de los ‘Diablos Rojos’.

«No sé si los aficionados me apoyan. Trataré de hacer lo que sé para los aficionados y la directiva. Es parte de ser entrenador, sé lo que hago y se lo explico a ellos. Hablé de los problemas que había y que no iba a cambiar mis ideales. No era simplemente una cosa. No es que haga una cosa y diga otra», reflexionó. EFE