El desembarco perfecto de Dani Olmo

Después de una temporada con un final decepcionante, el FC Barcelona dio un golpe de timón en verano. El banquillo se revitalizó con la salida de Xavi Hernández y la llegada de Hansi Flick, pero las dificultades económicas por las que atraviesa el club hacían muy difícil la contratación de grandes nombres en el mercado estival.

Tras unas duras negociaciones y un desembolso superior a los 50 millones de euros, el conjunto de la Ciudad Condal puso todos sus huevos en la misma cesta. La misma tenía nombre y apellidos, sobre todo apellido: Dani Olmo. Campeón de la Eurocopa con España y figura clave del RB Leipzig durante los últimos cursos, el que fuera canterano azulgrana se convertía en la gran apuesta del club.

De inicio, su estreno como ‘culé’ se hizo de rogar por los problemas del Barcelona a la hora de inscribirlo en LaLiga, pero la espera mereció la pena. Desde el comienzo, Olmo dejó su firma y generó unas grandes expectativas. Un gol y un disparo al palo para liderar la remontada de los suyos en Vallecas frente al Rayo (1-2).

Un inicio ilusionante que, tres meses después, parece más que confirmado. Dani Olmo ha caído de pie en este Barça de Hansi Flick y ni los problemas físicos (estuvo más de un mes de baja entre septiembre y octubre) han podido frenar a un jugador capaz de aportar mucho como mediapunta, partiendo desde la banda o incluso incrustado en el centro del campo. Y es que el ’20’ es un ’10’ que sirve para todo.

Olmo siempre suma. Cuando no es de cara a puerta (cosa poco habitual esta campaña), el internacional español se muestra como un apoyo fundamental para sus compañeros. Ágil, con mucha movilidad, ofreciéndose en corto y al espacio… Un auténtico incordio para los rivales y una bendición para quienes defienden sus mismos colores.

Rumbo a su mejor campaña a nivel realizador
Además de ese tanto al Rayo Vallecano en su estreno, Dani Olmo ha conseguido perforar hasta la fecha las porterías de Valladolid (contra el que estrelló el balón en la madera en dos ocasiones), Girona, Espanyol (en dos ocasiones) y más recientemente ante el Brest, rival ante el que convirtió su primer gol en Champions como azulgrana tras una jugada en un par de baldosas en la que demostró su clase, habilidad y su sangre fría a la hora de definir.

Sus grandes números han llegado solamente en 10 partidos, aunque centrarse en el número bruto de choques no hace justicia al internacional español. Sustituido en varias ocasiones o partiendo desde el banquillo en otras, lo cierto es que Olmo, que cuenta con una competencia feroz con futbolistas en un gran momento como Lamine Yamal o Raphinha, solo ha disputado 516 minutos.

Por tanto, con 6 dianas ya en su haber (solo el citado Raphinha y Lewandowski le superan), el ex del RB Leipzig presenta unos registros demoledores, pues, sin ser un delantero al uso, consigue anotar un tanto cada 86 minutos de juego. Una brutal media que, si las lesiones no lo impiden, le debe llevar en volandas a la que sería su mejor temporada en el apartado goleador.

Hasta el momento, la misma es la 2019-20, cuando alcanzó los 13 goles entre Dinamo de Zagreb (8) y RB Leipzig (5). Eso sí, su versión más ‘killer’ le está pasando factura en un apartado en el que solía brillar: las asistencias. Todavía no se ha estrenado en este sentido en la Ciudad Condal cuando el curso pasado dio 5 pases de gol o, por ejemplo, en la campaña 2020-21 alcanzó las 11 asistencias.

Pese a todo, con los anteriormente mencionados Raphinha y Lamine Yamal asumiendo con creces ese papel de facilitadores, el Barça no echa de menos ese aspecto en el rendimiento de un Dani Olmo que, en cualquier tipo de rol y dando igual su posición, encaja como un guante en los planes de Flick y un FC Barcelona que quiere seguir ante Las Palmas con su temporada casi perfecta. (Besoccer)