Fútbol Internacional
Boniface obra otro ‘milagro’
No había podido llevar con autoridad ni gobernar en el duelo ante el Wolfsburgo el Bayer Leverkusen, al que le cuesta sacar los partidos esta temporada. Lejos de la autoridad del pasado curso, cuando ya se encontró con alguna situación como la de este domingo en el Bay Arena, el campeón sufre más de lo esperado. El 0-4 del pasado miércoles ante el Feyenoord, en la Liga de Campeones, además de engañoso fue un espejismo.
Porque todo ha sido sufrimiento en lo que va de recorrido para el equipo de Alonso, que el pasado año deleitó. Solo una derrota, en la final de la Liga Europa, a lo largo de un curso inigualable. En la Bundesliga, intratable.
Ya acumula una derrota, contra el Leipzig, en la segunda jornada. Ahora, segundo gracias al gol de Boniface en el minuto 93, sigue a tres puntos del liderato del Bayern Múnich, al que visita el sábado, en la quinta jornada.
Boniface, dentro del área, amarró a tiempo un balón vivo, de un lado a otro fruto del rechace de los defensas del Wolfsburgo y de la falta de acierto de los rematadores de su equipo. Metió el pie en el momento definitivo. Cazó la pelota y superó a Kamil Grabara para sellar la remontada del Leverkusen.
Porque todo nació torcido para el campeón, que a los cinco minutos se encontró con el marcador en contra por un gol en propia puerta de Nordi Mukiele, que se interpuso en un pase, en una combinación entre Mohamed Amoura desde la derecha, y Maximilian Arnold, que había iniciado la jugada y entrado al área.
Tuvo el segundo Amoura en el minuto 10, pero lo frustró Lukas Hradecky. Después fueron los mejores momentos del Bayer, que empató al cuarto de hora con un tiro raso de Florian Wirtz desde la frontal después de un pase desde la derecha del suizo Granit Xhaka.
Ambos pudieron marcar después -Patrick Schik para los locales y Mohamed Amoura un minutos después para los de Ralph Hasenhuttl-, pero fue Jonathan Tah, a la media hora, el que, de cabeza, tras un córner botado por Alex Grimaldo, puso por delante al Leverkusen.
Aún así no se firmó la tregua. El tramo final antes del descanso fue una locura y salió beneficiado del enredo el Wolfsburgo, que empató en otro balón parado. Otro saque de esquina botado por el polaco Jakub Kaminski y cabeceado por Sebastian Bornauw. Y en el añadido antes del intermedio, con un zapatazo desde fuera del área del sueco Mattias Svanberg tras recibir la pelota de Cedric Zesiger.
La zozobra planeó por el Bay Arena. Reaccionó Xabi Alonso, que en el descanso recurrió al ecuatoriano Piero Hincapié y Jeremie Frmipong, y después, ya sin solución, a Victor Boniface por Schick.
Fue providencial. Antes de la salida al campo del nigeriano ya había logrado equilibrar el marcador. Fue en el minuto 49, al inicio de la segunda mitad, cuando Hincapie, en otro córner, botado por Aleix García, estableció el empate. Un mal menor.
Después, en el minuto 68 apareció Boniface y la historia de siempre. La épica, el milagro, lo impensable. Se quedó con diez en el 90 el Wolfsburgo, que llevaba tiempo atrincherado. Perdió a Yannick Gerhardt, que pecó de ingenuo ante Frimpong.
El gol llegó después. En un balón al área de Wirtz y varios rechaces hacia ningún lado. Hasta que le cayó a Boniface, que metió el pie y el balón a la portería para dejar la victoria al lado del campeón que obró un nuevo ‘milagro’.