Al confirmar este jueves los acuerdos con los operadores DAZN y beIN Sports, la Liga de Fútbol Profesional (LFP) francesa cerró el culebrón interminable de la venta de los derechos de retransmisión de la primera división gala (Ligue 1) que comienza en dos semanas.
El acuerdo refleja que el fútbol francés está perdiendo valor. El nuevo acuerdo reportará a la LFP 500 millones anuales entre 2024 y 2029, cifra lejana a la anterior etapa cuando el contrato con Amazon, Canal+ y Free le suponía 624 millones de euros anuales.
Por tanto, los clubes franceses van a tener menos ingresos por año que en temporadas pasadas al haber menos para repartir.
La fragilidad del fútbol francés también queda demostrada en el frustrado intento de la LFP de vender los derechos televisivos por mil millones en otoño de 2023 cuando ningún operador se presentó a la subasta por tal cantidad.
Tras meses de arduas negociaciones, la LFP ha tenido que rebajar a la mitad los derechos de la Ligue 1 para asegurarse su difusión a través de los canales convencionales.