El entrenador del Real Valladolid, Paulo Pezzolano, ha advertido este jueves, en rueda de prensa, que «quedan cuatro partidos vitales», el primero de ellos este sábado, ante un «rival durísimo» como es el Espanyol, y que «aún no se ha logrado nada».

Aunque entiende que «es normal la euforia, por el rival, por los resultados, y la situación en la tabla», el equipo es consciente de que si se deja llevar por la misma «se puede equivocar, y no habrá oportunidad de ganar, ni de lograr el objetivo».

Y saben que el Espanyol «es el mejor de Segunda división, individualmente y como equipo, el más duro, porque también lleva tiempo sin conocer la derrota y se le han ido algunos encuentros increíbles», por lo que son conscientes de quién van a tener enfrente.

«Pero nosotros estamos en casa, hemos demostrado ser duros en ella y habrá que dar el cien por cien para lograr el resultado. Para eso necesitamos concentración, y manejar bien los tiempos, porque ellos van a venir a por la victoria desde el minuto uno y el inicio va a ser muy disputado», ha analizado.

Asimismo, ha asegurado que, si bien el cuadro catalán «tiene más necesidad», el Real Valladolid «también precisa sumar detres en tres» y para eso deberán asumir que el rival «tendrá momentos en el bloque alto, que es fuerte en las transiciones y que puede ser letal si el balón llega a sus delanteros».

Tiene claro que deberán prestar especial atención a jugadores como Puado o Braithwaite: «Ellos tienen calidad, pero nosotros también tenemos lo nuestro, y habrá que hacer un choque perfecto, duplicar las marcas en todos los lados, y saber que los duelos van a ser fuertes», ha añadido.

También ha dejado claro que, aunque el Espanyol se llevó el triunfo en la primera vuelta «esta cita no tiene nada que ver, porque es otro momento diferente, con una situación diferente y, en su caso, con un entrenador diferente» y que, para ganar han de ser «inteligentes» y «saber jugarlo».

«Somos otro equipo, igual que ellos, que llegan con la única opción de ganar. Nosotros tenemos que saber manejar todo eso, seguir siendo fuertes como equipo, si estamos en bloque alto saber que estamos todos, y que no puede haber líneas estiradas, porque es un rival que puede hacer mucho daño», ha matizado.

Para este compromiso liguero, no podrá contar con Marcos André -que estará fuera dos o tres semanas-, ni con Sylla -que ya está trabajando en campo-, ni con Biuk, pero tendrá a Negredo, a Salazar o incluso a otros jugadores del Promesas como Arnu o Yago Paredes.

En el caso de victoria, el conjunto blanquivioleta lograría un récord en esta temporada, ya que sumaría seis consecutivas, pero no es algo que preocupe al técnico uruguayo quien considera que «son cosas mínimas, que no sirven de nada si luego no se consigue el objetivo final».

Cuestionado sobre si prefiere jugar antes o después que los equipos que pugnan por el ascenso directo, Pezzolano ha reconocido que «inteligentemente, es mejor jugar después, porque eso permite manejar mejor los tiempos, pero son pequeños detalles y lo que importa es que se juega en casa y que hay que salir a ganar el partido».

Respecto a Negredo, ha indicado que «es un orgullo y un gusto tenerlo, porque es un gran profesional, un gran compañero, sabe jugar sobre exigencias, el equipo lo está aprovechando muy bien, y hace cosas que no se ven, como llevarse a dos zagueros, no a uno, dejando espacios a otros compañeros».

«Eso es lo que forma un equipo. Está haciendo un gran trabajo y está aguantando bien, y dando hasta lo que no puede», ha precisado Pezzolano, quien podrá contar con Javi Sánchez para «manejar los momentos y aportar técnicamente», o seguir apostando por César Tárrega y Boyomo en el centro de la defensa.

Con un estadio lleno -ya que se han agotado las entradas-, el Real Valladolid buscará «abstraerse de todo, de lo malo y de lo bueno, para fijar su atención, exclusivamente, en lo que pase dentro del campo, en cómo jugar y en sumar los tres puntos».

En cuanto al calendario, a priori, más asequible para el Real Valladolid, tras el encuentro ante el Espanyol, ha comentado que «no hay ningún equipo fácil, porque todos tienen su juego, y sus necesidades: Alcorcón es fuerte; Villarreal B hizo un gran partido contra el Sporting y sabe jugar contra los de arriba; y en Tenerife, no es fácil ganar».

Por último, preguntado sobre si su contrato sería renovado automáticamente si se logra el ascenso, ha señalado que, efectivamente, así es: «Y ojalá sea por tres, cuatro, o cinco años más», ha concluido. EFE