Pedro Rocha, único canditado a la presidencia de la Federación Española de Fútbol (RFEF) ha solicitado formalmente que se le comunique su nueva situación procesal lo antes posible, tras pasar por decisión judicial de testigo a investigado, «para garantizar el pleno ejercicio de su derecho a la defensa».

Según un comunicado remitido por su candidatura, «el presidente electo de la Real Federación Española de Fútbol todavía no sabe por qué hechos se le investiga; los indicios que hay para sostener esa investigación y en condición de qué se le investiga».

El equipo jurídico de Rocha mantiene que «continúa sin tener constancia formal de su nueva situación procesal, de la que únicamente se conoce lo que se le comunicó de viva voz cuando estaba declarando como testigo el pasado viernes ante el Juzgado de Instrucción Número 4 de Majadahonda».

«Así, no sabe ni de qué se le acusa ni en base a qué se le acusa, de forma que no se puede avanzar en su defensa o -si llega el caso- recurrir ese escrito de acusación», afirma.

Según su equipo, ese cambio de condición procesal se produjo cuando Pedro Rocha estaba contestando preguntas del fiscal en torno a asuntos de los que no podía tener conocimiento, «porque la Comisión Económica de la RFEF fiscaliza los gastos, pero no los ingresos de la entidad».

«Ese cambio de condición procesal -se le comunicó que pasaba de ser testigo a ser “investigado”- debería tener como objetivo garantizar su derecho de defensa, ya que como testigo ni siquiera puede aportar pruebas en el proceso», agrega.

El pasado día 12 la titular del juzgado de Instrucción número 4 de Majadahonda que investiga posibles contratos irregulares de la RFEF durante los últimos cinco años decidió cambiar la condición de Rocha de testigo a investigado en el momento de su testifical, a petición del fiscal ante la falta de respuestas a sus preguntas y el desconocimiento que dijo tener sobre cuestiones que le hizo.

Rocha, que fue vicepresidente económico de la RFEF desde 2020, se convirtió en presidente interino de la misma a finales de agosto ante la sanción que la FIFA impuso a Luis Rubiales, por su comportamiento en la final del Mundial femenino, y luego en presidente de la comisión gestora cuando este dimitió por la inhabilitación de tres años que le impuso finalmente la FIFA.