Dos técnicos en aprietos en juego reprogramado

A pesar de que ambas directivas les han dado un espaldarazo total, antes y durante el torneo, tanto el argentino Diego Martín Vázquez como el uruguayo Miguel Falero están en el ojo del huracán, ya que el rendimiento de ambos equipos no gusta a su afición.

En el caso de Vázquez, este se escuda en los 23 puntos en 13 partidos disputados, un 59 porciento, para decir que el Motagua están bien: «Este es un proceso de tres años para volver a ser igual que antes», dijo antes del juego de Maryahón.

A pesar de ello, la afición azul ya comienza con su campaña: «fuera Diego», ya que los «azules» han empatado en forma seguida ante Olancho, Victoria, Génesis y Marathón, jugando a un bajo nivel y ahora que enfrentan a Real España llega con la obligación de ganar, puesto que son cuartos en la tabla de posiciones.

Lo complicado para Vázquez es que los últimos técnicos azules fueron despedidos por la presión de su afición, dejando a un lado los procesos, le sucedió a Hernán «La Tota» Medina, Ninrod Medina y finalmente César Vigevani y si el equipo no es campeón podrá existir mucho debate en redes sociales presionando su salida a pesar de que su historia ha sido positiva en su primera etapa con cinco títulos nacionales, pero para la afición lo que cuenta es la actualidad y además exigen ganar el clásico ante Olimpia.

En el caso de Falero, él suma 20 puntos de 39 posibles, un 53 porciento de rendimiento, las cosas son distintas porque había comenzado bien el campeonato, ganando dos clásicos, pero se ha caído con equipos chicos y la última derrota humillante ante Olimpia lo tiene de nuevo en el ojo del huracán.

Inicialmente, la afición mostraba su apoyo al uruguayo, pero con lo sucedido el domingo, se ha venido abajo la simpatía, sobre todo porque la alineación ante Olimpia fue cuestionada y lo critican por los cambios tardíos.

Falero había puesto la renuncia inicialmente después del juego ante UPNFM, porque no estaba conforme con el rendimiento de varios jugadores, ya que siguen haciéndole daño al equipo.

Será un juego duro para ambos, Motagua levemente favorito por ser local y su plantilla, pero el nivel de los dos está por debajo de sus planteles y el costo económico.

Un ganador genera crisis en el perdedor, mientras un empate los mantiene a ambos en el ojo del huracán. (GG)