Xavi Hernández siempre ha creído que Luis Enrique evolucionó el sistema del Barça y es que el asturiano fue su último entrenador del Barcelona, una temporada (2014-15), en la que apenas iba a jugar, pero que acabó con 31 encuentros disputados y levantando la ‘Champions’ en Berlín.

Antes del sorteo de cuartos, las diferentes opciones para el Barcelona señalaban enfrentamientos curiosos contra equipos entrenados por exjugadores azulgrana, como Pep Guardiola, técnico del City; Miquel Arteta (Arsenal) o Luis Enrique Martínez, entrenador del PSG, que será finalmente el rival de los de Xavi Hernández en la antepenúltima ronda.

Curiosidades del fútbol, el Barça de Xavi Hernández y el PSG de Luis Enrique se verán las caras en los cuartos de final de la Champions, uno de los rivales más temidos por el vestuario azulgrana, por la calidad del equipo, pero también por el conocimiento que el técnico asturiano tiene de los catalanes.

Ahora que Xavi Hernández ha decidido dar un paso atrás y abandonar el Barça a finales de temporada; el nombre de Luis Enrique apreció en las quinielas como uno de los favoritos para volver al Barcelona.

Dicen que es el favorito de Deco, el director técnico; y que el presidente, Joan Laporta, tampoco lo vería con malos ojos, pero el compromiso que Luis Enrique tiene con el PSG y la indemnización que tendría que pagar, lo convierten más en un sueño que en una realidad.

Y es que en el club azulgrana todavía recuerdan que Luis Enrique llegó para sustituir a Gerardo ‘Tata’ Martino en un momento de depresión, después de perder la Liga en casa ante el Atlético de Madrid, de caer en dieciseisavos de la Copa, en cuartos de la Champions y sumar como único título la Supercopa de España.

Llegó el asturiano y le dio la vuelta a la situación en un abrir y cerrar de ojos. En su primer año, el Barcelona consiguió el triplete.

En las tres temporadas que estuvo al frente del banquillo del Barça, el asturiano sumo dos Ligas, tres Copas del Rey, una Supercopa de España, una Liga de Campeones, una Supercopa de Europa y una Copa Mundial de Clubes, un palmarés impresionante que lo catapultó posteriormente a la dirección técnica de la Selección española.

Con Xavi Hernández habían coincidido durante seis temporadas en el primer equipo, entre finales de los 90 y principios del siglo XXI. Después Luis Enrique fue el entrenador durante una temporada, la de su despedida del Barça, de Xavi.

Tenía entonces Xavi Hernández 34 años. Después de una conversación a principios de temporada, el entrenador le dejó claro que no iba a contar mucho con él. El croata Ivan Rakitic era el título, pero Xavi asumió su papel y acabó por todo lo alto, jugando 31 partidos y levantando la Champions en Berlín, en el segundo triplete de la historia de los azulgrana.

El papel de Xavi fue seguramente más decisivo de puertas adentro del vestuario que en el césped. Por ejemplo, se recuerda su actuación clave como mediador en el conflicto abierto entre Luis Enrique y Leo Messi en enero de 2015, después de que el técnico no alineara de salida al argentino en Anoeta.

Unos cuantos años después vuelven a encontrarse. Xavi es el técnico del Barcelona, donde llegó después de su aventura en el Al Sadd, y Luis Enrique es el entrenador del PSG, un técnico que está lidiando con nota con el caso Mbappé, lo cual demuestra su mano izquierda en estos casos.

Cuando estaba en Catar, a Xavi le preguntaron por Luis Enrique. Su respuesta dejó a las claras su opinión sobre el técnico asturiano: «Ha evolucionado -el estilo del Barça-, es muy exigente, consigo mismo y con los demás. Es serio, muy profesional».

El Barça de Xavi, que ha sacado la cabeza de nuevo en los cuartos de final de la Champions, tras cuatro años de ausencia, sabe que el PSG es de los peores rivales que le podían tocar, por la calidad de su plantilla, por el momento de forma y también… por Luis Enrique. EFE