El entrenador del Athletic Club, Ernesto Valverde, instó este miércoles a arrancar el partido copero de este jueves ante el Atlético de Madrid en San Mamés, la vuelta de las semifinales de Copa del Rey de España, «como si fuese 0-0», ya que el favorable 0-1 logrado en la ida en el Metopolitano es «una diferencia mínima».

«Vamos ganando pero no es un resultado significativo como para que condicione de una manera definitiva el partido. No ha habido una diferencia en el marcador como para eso, porque en una jugada se iguala de nuevo. La diferencia es mínima y tenemos que jugar como si fuese un partido nuevo, como si fuésemos 0-0», dijo el técnico rojiblanco en la rueda de prensa previa al encuentro.

Valverde, no obstante, anunció un Athletic en la línea de lo que se está viendo durante la temporada. «No cambianos mucho de un partido a otro, no es que tengamos dos registros diferentes. Aunque a veces el contrario se impone, como en el segundo tiempo en el partido de ida, pero no creo que mañana veamos un Athletic muy diferente», avanzó.

El técnico de Viandar de la Vera, sobre todo, destacó la entidad del rival, un Atlético de Madrid que «es un equipo extraordinario» que «está obligado a ganar siempre», que «defiende bien» y que, bajo la tutela de Diego Simeone: «Aquí en San Mamés nos ha castigado mucho en los últimos años».

Sí asumió que la de Antoine Griezmann, confirmada este miércoles por el técnico colchonero, «es una baja significativa». «Es un gran jugador que acostumbra a marcarnos goles», recordó, reparando también que en los últimos duelos no lo ha hecho.

A pesar de la baja del delantero zurdo, Valverde espera como rival «al Atlético de siempre» en un partido «importante» y «fuerte» pero sin mayor presión que otros.

«Hay presión por ganar un título, por llegar a una final por escapar del descenso. No creo que haya una presión excesiva», apuntó, convencido de que, como el Atlético en la ida, su equipo va a tener un gran apoyo desde la grada.

«Esperemos estar todos a la altura y a ver si podemos pasar», dijo englobando a todos los sectores del club bilbaíno, entre ellos unos jugadores de los que siempre espera «lo mejor en este tipo de partidos».

Ya personalizando, recordó el «gran partido ante el Barcelona en Copa», en octavos de final (4-2), de un Oihan Sancet un tanto a la baja últimamente y apuntó que a Nico Williams, expulsado el domingo en Sevilla al filo del descanso, está «bien de juego».

Sí pidió a ambos un poco de mesura en ese tipo de situaciones porque «son ya tres expulsiones» esta temporada -dos de Sancet y una de Nico- que han dejado a su equipo en inferioridad la mitad del encuentro. «Y 45 minutos es mucho tiempo para estar con uno menos», avisó.

Valverde aseguró haber visto la primera semifinal del martes en el Reale Arena, entre la Real Sociedad y el RCD Mallorca, «muy tranquilamente» porque su capacidad de influir en lo que sucedía «era del 0,0 por ciento».

Lo que sí quiso subrayar es que, aunque «siempre se dice que en Bilbao interesa mucho la Copa», la verdad es que «a la Copa se le da mucha importancia en todas partes». «Ayer el Mallorca y la Real le daban mucha importancia», destacó, sin entrar en si hubiese preferido que se hubiese clasificado la Real o que lo haya hecho el Mallorca.

Valverde, como resumen de sus intenciones para mañana, apuntó que lo que quiere es que su equipo sea mañana el habitual, reconocible. «Lo importante es que seamos nosotros mismos y nos podemos reconocer en ello. Luego, hay cosas que se pueden controlar y otras que no se pueden controlar tanto. Dentro de un partido hay muchos partidos, a veces hay que defender y a veces ser incisivos. Y saber gestionar eso es la gracia de todo esto», apuntó. EFE