Después de seis encuentros sin ganar, el Colonia se reencontró con la victoria, superó por 2-0 en el RheinEnergieStadion al Eintracht Fráncfort, que acabó con nueve hombres, y salió del descenso directo para situarse en el puesto de promoción de la Bundesliga, que este fin de semana alcanza la vigésima jornada.

El cuadro de Timo Schultz vio la luz. Aprovechó la inferioridad de su rival, que se quedó, en el minuto 66, con empate, con diez jugadores por la expulsión de Niels Nkounkou por doble amarilla. Después, en el 83, se quedó con nueve por la roja que vio Tuta.

Todo cambió desde que el equipo de Dino Toppmoller, que llevaba tres encuentros sin perder y estaba instalado en zona europea, se quedó con uno menos. En el minuto 68 abrió el marcador Faride Alidou y en el 80 Jan Thielmann batió por segunda vez a Kevin Trapp y sentenció el choque.

El Eintracht sigue sexto, en puesto europeo, mientras el Colonia se queda a dos puntos de la permanencia que marca el Union Berlín.

El Friburgo desperdició una buena ocasión de cazar al Eintracht, pero perdió en su campo, el Europa Park Stadion, ante el Stuttgart (1-3). El cuadro local se quedó con diez desde el minuto 18 por la roja que vio Merlin Rohl. Para ese momento, el cuadro visitante ya ganaba 0-2 gracias a Deniz Undav y Chris Fuhrich, que anotaron en siete minutos.

Aún así, el Friburgo acortó distancias justo antes del intermedio gracias a Lukas Kubler, pero no logró empatar y el Stuttgart redondeó su victoria en el 74 con el acierto de Maximilian Mittelstadt.

Se consolida como revelación el Stuttgart, tercero en la tabla, solo por detrás del Bayer Leverkusen y el Bayern Múnich.

El Mainz se hunde y crece el Werder Bremen, que ganó en el Mewa Arena por 0-1 con un tanto de Marvin Ducksch.

Es penúltimo el equipo de Maguncia, a cuatro puntos del Colonia. Finalmente, el Bochum y el Augsburgo empataron en el Vonovia Ruhrstadion (1-1) porque un penalti transformado por el bosnio Emedin Demirovic en el minuto 91 acabó con la ventaja del Bochum, que se adelantó a la media hora gracias a Moritz Broschinksi. EFE