Cinturón negro: Renato Palomo Castillo

Por: Sensei Mauricio Ramírez

La historia de hoy corresponde a Renato Palomo Castillo, quien comenzó
en las artes marciales a los 16 años, cuando estudiaba para docente y en sus tiempos libres por la tarde salíamos un grupo de amigos paceños a entrenar a Los Mangos, pero en forma empírica.
«Recuerdo a buenos amigos como el profesor Neptalí, una persona que admiro mucho y Nelson Palomo que siempre tenían algo nuevo que enseñarnos. Fueron tiempos bonitos donde compartíamos experiencias y conocimientos», agregó.

Pero el destino le tenía preparado su camino en las artes marciales: «En un día domingo que celebraba mis 24 años de edad me encontré a mi maestro Gustavo Rodríguez, quien me habló de entrenar artes marciales y de una forma profesional», recordó.

Para Renato fue un encuentro inolvidable: «Ese día me llené de grandes ilusiones y me presenté al siguiente lunes a observar por primera vez un sistema que me encantó y desde ese día entrené este bello arte, que es un estilo de vida», admitió.

Su historia tiene un inicio que no olvida: «En el año 2004 recibo mi título de Cinta Negra en una época inolvidable porque me permitió cumplir una de mis metas, conocer personas con muchos conocimientos como el Gran Master Mauricio Ramírez, una persona que respeto mucho, de quien he recibido ascensos de diferentes cintas de parte de él», afirmó.

Un hecho importante es que no olvida quienes le ayudaron a tener su cinta negra: «Como olvidar al master Manny Reyes y al Gran Master Mauricio Ramírez, ellos me dieron mi título de cinta negra».

Aunque se diga fácil, ser cinta negra, considera que ha existido mucho sacrificio: «En este proceso como alumno participé en muchos torneos, obteniendo muy buenos resultados, al igual que derrotas, pero eso me hacía crecer más y gracias a eso soy quien soy en la actualidad», reflexionó.
Un hecho que no pasa desapercibido fue su estadía en los Estados Unidos: «Deseaba entrenar con el Gran Master Manny, pero solo lo logré visitar en su academia repetidas veces, pero por cuestión de distancia y tiempo no pude continuar con él», admitió.

A pesar del tiempo, sigue ligado al deporte: «En la actualidad soy miembro de la Directiva de la federación de Kenpo Karate de Honduras, además de la Federación CIAM Mundial, en la cual he participado en torneos virtuales, en donde en tiempos de pandemia obtuve dos primeros lugares en forma tradicional y un segundo lugar en la misma junto con alumnos de mi academia», explicó.

Actualmente, lidera su propia academia: «Tengo mi propia academia de artes marciales Tigre y Dragón, de la que me siento muy orgullosos de dirigir, con un gran número de alumnos, siendo una de las escuelas más grandes de Honduras en enseñar American Kenpo y participando en diversos torneos nacionales e internacionales obteniendo excelentes resultados de mis muchachos», dijo orgulloso.

A nivel de categoría y ascensos es un Cinturón Negro 4 DAN: «Soy el representante de más alto rango en la zona central, título que porto con mucha humildad y orgullo que me ha llevado a obtener el título de mejor entrenador a nivel nacional en esta rama otorgado por la CONDEPAH y la Dirección de Cultura Arte y Deporte del 25 de marzo de 2022», recordó.

Todo lo ha conseguido con esfuerzo, pero el Altísimo lo ha protegido: «Agradezco a Dios por estar donde estoy, ser un docente en una escuela del área rural, con un trabajo digno que me hace sentirme orgulloso de la labor que hago tanto como maestro de Educación Básica y como Sensei en Kenpo Karate con 23 años de practicar este bello arte, gracias a mi maestro Gran Master, Mauricio Ramírez por tan grande apoyo en la práctica del Kenpo Karate», reconoció.

Sus sueños no terminan allí: «A futuro espero un gran legado, haciendo crecer este deporte en mi Ciudad La Paz, en donde realizamos el pasado 20 de mi hija, Andrea Rocío Palomo y dos atletas más de alto rendimiento obtienen tan distinguido título», finalizó.