El entrenador del Real Betis, el chileno Manuel Pellegrini, ha declarado  en rueda de prensa que espera mañana «un partido muy complicado» en el campo de la Real Sociedad, «un rival que ganó su grupo de la Champions» y frente al que «ojalá» pueda «ser muy completo para sumar los tres puntos».

Pellegrini rechazó la medida de la Real Sociedad de vetar el ingreso al estadio de aficionados béticos porque «el fútbol es un espectáculo demasiado importante como para decidir quién va y quién no va» y, aunque afirmó que entiende «que la ceremonia que ha preparado» el club donostiarra en homenaje a Aitor Zabaleta, aficionado fallecido tras ser apuñalado por ultras del Atlético de Madrid hace 25 años, «es muy importante, no hay por qué presumir que los béticos la vayan a estropear».

El técnico santiaguino afirmó que «con independencia de lo que pasó el jueves», cuando su equipo fue eliminado de la Liga Europa, el Betis «está motivado para volver a Europa el próximo año», para lo que se abren tres caminos: «en Liga», donde figura «a tres puntos del quinto, en la Copa y la tercera posibilidad será la Conference».

Manuel Pellegrini admitió que «salir de la Europa League fue un traspié inesperado a pesar de haber jugado un buen partido» contra el Glasgow Rangers, «pero ahora hay que mirar a un torneo nuevo que motiva mucho» sin «despreciar al grupo» que le tocó en suerte en agosto y que «se veía complicado desde el principio».

Ahora, sin embargo, el preparador andino señaló que «Europa queda aparcada hasta febrero y toca pensar en la Liga», un torneo en el que «normalmente, con 60 ó 61 se llega a Europa League, y este año parece que se necesitarán más. Pero ésta es la estadística de la primera vuelta, que ni siquiera aún no ha terminado. Queda una enormidad».

Por último, Pellegrini anunció que el mediapunta francés Nabil «Fekir se reintegrará la próxima semana pero no jugará hasta después del parón de Navidad» y cree que «estará disponible para ser citado el 3 de enero contra el Celta» tras superar la lesión muscular que se produjo hace dos semanas en Praga. EFE