Un solitario gol del argentino Ángel di María fue suficiente para que el Benfica se impusiera  por 1-0 en el gran clásico portugués ante el Oporto, que cayó por primera vez en Liga pocos días antes de enfrentarse al Barcelona en la Liga de Campeones.

Una fantástica segunda parte de los campeones portugueses marcó la diferencia en este emblemático choque, en el que el Oporto jugó con un jugador menos prácticamente desde el inicio tras la expulsión de Fábio Cardoso en el minuto 19.

Para el gran partido de la séptima jornada, el Benfica saltó al campo sin João Mário pero con David Neres como compañero del extremo rosarino en el centro del campo, mientras que por parte de los blanquiazules la principal sorpresa fue la inclusión de Romário Baró en vez del malagueño Iván Jaime.

Pero los planes del entrenador de los «dragones», Sérgio Conceição, sufrieron un duro revés con la roja directa al central Cardoso, lo que le obligó a prescindir del propio Baró.

Un problema más para la defensa del Oporto, sin poder contar con su pareja habitual de centrales formada por el ex madridista Pepe y el cántabro Iván Marcano, ambos lesionados, ni con el lateral mexicano Jorge Sánchez, que abandonó la convocatoria tras sufrir una lesión en el calentamiento.

Tener un jugador menos en el campo no desestabilizó a los visitantes, que dispusieron de buenas ocasiones para abrir el marcador, como un disparo de Pepê desde fuera del área que obligó a un vuelo del guardameta de las águilas, el ucraniano Turbin.

En el otro extremo del campo, fue Neres quien más puso a prueba los reflejos de Diogo Costa, que tuvo que realizar dos paradas ajustadas simultáneamente tras un balón lanzado por el brasileño.

En la segunda mitad, el partido se instaló en el campo del Oporto, que tuvo que soportar varios momentos de asfixia provocados por el campeón luso, que estuvo a punto de marcar en varias ocasiones, primero con un disparo del turco Kökcü que se estrelló en el poste, después con un remate del argentino Otamendi y en otro duelo Neres-Costa.