Alcaraz no quiere sobresaltos en su camino

Tras el monumental susto que pasó Novak Djokovic, el español Carlos Alcaraz volvía a escena  en el Abierto de Estados Unidos en busca del boleto a los octavos de final, al que también aspiran el argentino Sebastián Báez y el chileno Nicolás Jarry.

Alcaraz perseguía frente al británico Daniel Evans, número 28 de la ATP, su tercera presencia en los octavos de Nueva York a sus escasos 20 años.

El prodigio español, defensor del título, comparecía en la pista central de Flushing Meadows apenas horas después de que su gran rival, Novak Djokovic, sobreviviera a un feroz cruce con su compatriota Laslo Djere, en el que tuvo que remontar dos sets en contra.

Alcaraz, que ha navegado en sus dos primeros cruces sin dejarse sets, aspiraba a plantarse en la segunda semana con una mayor reserva de energía que el serbio.

Tras dos partidos como cabeza de cartel en la vibrante noche neoyorquina, al español le tocaba jugar bajo el sol del caluroso mediodía frente a Evans, un jugador al que venció en sus dos enfrentamientos previos y con el que compartió jornada de golf durante el pasado Wimbledon.

De superar a Evans, un jugador que no conoce los octavos de un torneo grande, Alcaraz se vería en la siguiente ronda con otro británico, Cameron Norrie, o con el italiano Matteo Arnaldi.

Pasada esa etapa llegaría la hora de pesos pesados como el italiano Jannik Sinner y el ruso Daniil Medvedev, que este sábado buscan sus pases ante el veterano Stan Wawrinka y el argentino Sebastián Báez, respectivamente.

– Báez y Jarry, últimos latinoamericanos –

Báez es uno de los dos últimos tenistas latinoamericanos que siguen en liza, junto al chileno Nicolás Jarry.

El argentino, número 32 de la ATP, tratará de explotar su espectacular momento de forma para salir airoso de un temible duelo frente a Medvedev, ex número uno mundial y campeón de este torneo en 2021.

El tenista de Buenos Aires, último superviviente del amplio equipo de ocho argentinos, afronta su primera presencia en tercera ronda de un Grand Slam con la confianza de haber ganado sus 12 últimos partidos.

Esa racha le brindó los títulos de Kitzbühel (Austria) en julio y de Winston-Salem la semana pasada.

Por su parte Jarry, número 25 mundial, también tiene un cruce espinoso ante el australiano Álex de Miñaur (13º), otro de los tenistas más en forma del circuito.

De Miñaur, de padre uruguayo y madre española, viene de llegar este mes a la final del Masters 1000 de Toronto y aspira a dar su primer gran golpe en un gran escenario.

Jarry también ambiciona presentarse por segunda vez en unos octavos de Grand Slam, después de Roland Garros, en el mejor año de su carrera, en el que cosechó los títulos de Santiago y Ginebra.

– Sabalenka vuela a octavos –

En la rama femenina, la jornada arrancó con otro recital de la bielorrusa Aryna Sabalenka, número dos del ranking mundial, que pasó por encima de la francesa Clara Burel.

Sabalenka, que tiene a su mano hacerse con la cima de la WTA, machacó a Burel (62º del ranking) por 6-1 y 6-1 en apenas 60 minutos.

Su siguiente rival será la rusa Daria Kasatkina, número 14 del ranking mundial, que venció a la belga Greet Minnen por 6-3 y 6-4.

Sabalenka avanza en paralelo a la polaca Iga Swiatek, quien se anotó el viernes para los octavos y está obligada a terminar en mejor posición que la bielorrusa para mantenerse en el liderato de la WTA.

La figura de Minsk, que el año pasado cayó ante Swiatek en las semifinales en Flushing Meadows, ratificó ante Burel su enorme consistencia en los Grand Slams de esta temporada.

A principios de año alzó su primer trofeo grande en el Abierto de Australia y después hizo largos recorridos hasta semifinales en Roland Garros y Wimbledon.

En la tarde será el turno de otras aspirantes como la tunecina Ons Jabeur, vigente subcampeona, que enfrentará a la checa Marie Bouzkova y de la estadounidense Jessica Pegula, número tres mundial, que lo hará ante la ucraniana Elina Svitolina.