De la alegría al bajón, los fans de Alcaraz sufren en Roland Garros

Mientras el español Carlos Alcaraz sufría en la Philippe Chatrier los calambres que le frenaron ante Novak Djokovic en semifinales de Roland Garros, el corazón de sus seguidores se encogía con el paso de los sets en el recinto parisino, este viernes.

Se respiraba algo diferente al mediodía en el club donde se disputa el Grand Slam francés: más tensión e ilusión que de costumbre, un olor a gran semifinal, entre el número 1 mundial Alcaraz y el legendario Novak Djokovic.

«He escuchado hablar mucho español, igual se han movilizado para venir a apoyar a su jugador», constató Fadila, una parisina de 45 años que vino a pasar el día a Roland Garros.

A los seguidores de Alcaraz, fácilmente reconocibles con sus banderas y camisetas de la selección española, les brillaban los ojos pensando en el partido que estaba por comenzar.

«Estamos completamente confiados en que va a pasar ‘Carlitos'», dijo rotundo Francisco Ginés, un funcionario murciano de 52 años que vino a apoyar a su paisano, sentado frente a la pantalla gigante que retransmite los partidos en Roland Garros.

«Además conseguimos las entradas para la semifinal de este 9 de junio, que da la bonita casualidad que es el día de la región de Murcia», explicó, como si los astros se hubiesen alineado para hacer ganar al español.

«Yo espero que gane Ra… Carlos, casi digo Rafa», se corrigió rápidamente Agustín Hernández, de Badajoz, con su bandera española atada a la mochila.

«Es más completo ‘Carlitos’ a los 19 años de lo que era Rafa, tiene muchas posibilidades de llegar lejos pero la vida es muy difícil, puede haber imprevistos», añadió profético este ingeniero agrónomo de 60 años.

Bajo el sofocante sol parisino, Rosa, de 76 años, esperaba sentada en un banco detrás de la estatua de Rafa Nadal antes de dirigirse a la pista central.

«Los franceses van mucho con ‘Djoko’. Yo espero que gane ‘Carlitos’. Si no gana… Es que voy a estar muy triste», sentenció la barcelonesa, que lleva más de 20 años viniendo al torneo.

– ‘Así es el deporte’ –
«Al entrar las posibilidades están al 50-50. Se va a reducir a lo mental», afirmó minutos antes del comienzo del partido Salim Mastouri, un parisino de 48 años, también profético.

En las gradas de la pista Philippe Chatrier, la cosa empezó algo torcida, pero con las melodías de una charanga y los vitoreos del público, el ambiente de apoyo hacia el español no decaía.

En cada juego que ganaba Alcaraz, la grada se fundía en aplausos. Y allí, a lo lejos, estaba Francisco Ginés, ondeando junto a su acompañante su bandera murciana.

El público francés también fue agradecido con el serbio, actual número 3 mundial, coreando ‘Nole, Nole, Nole’, su diminutivo, y celebrando los espectaculares puntos que jugó.

La preocupación empezó a acechar a los seguidores del español al principio del tercer set, cuando Alcaraz tuvo que ceder un juego por pedir tiempo médico.

Todo fue hacia abajo para el murciano, que comenzó quejándose de calambres en los brazos y siguió con las piernas. Las banderas españolas seguían ondeando, pero con menos fuerza.

Fuera de la pista, delante de la pantalla gigante, los compatriotas de Alcaraz veían el partido muy negro.

«Nosotros nos hemos salido del partido porque ya está KO. ‘Carlitos’ se ha lesionado y está KO», dijo cuando todavía quedaban unos minutos para oficializar la derrota César del Río, de 48 años, que vino desde Ávila a ver la semifinal.

«Hemos entrado ilusionados, estaba siendo un partidazo por ambas partes. Pero Novak Djokovic es un zorro viejo», contó su amigo Antonio Sánchez, de 47 años.

«Así es el deporte, no se gana siempre. Está jugando contra uno de los mejores de la historia», se resignó el último integrante del trío de amigos, Pepe Pujades, de 47 años.

Delante, la pantalla mostró el resultado final: 6-3, 5-7, 6-1 y 6-1 para Djokovic. Las banderas serbias afloraron, y las españolas se fundieron entre la multitud. (AFP)