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De Todo Un Poco

A 62 años del nacimiento de Diego Maradona, argentino divinizado por su pueblo

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El 30 de octubre no es una fecha al pasar para los futboleros argentinos. Esta fecha representará para siempre, algo más que un simple lugar en el calendario o un mero recuerdo para el fútbol, un deporte que ha conseguido impregnarse en una cantidad incalculable de culturas con su pasión, hermetismo y magia.

Diego Armando Maradona significa algo más que simplemente un futbolista; en un límite donde las divinizaciones humanas pueden alcanzarse a través del amor incondicional de sus fanáticos; en donde un pibe de la villa puede llegar a lograr objetivos por los cuales un país entero alcanzó la cima del mundo remitiéndose a la rama estrictamente deportiva.

Maradona se asemeja a una especie de “dios del fútbol” para quienes lo aman e idolatran, porque a pesar de los errores que sus detractores quieren inculcarle, estos fanáticos consideran al igual que la célebre frase de Cicerón, «que le hizo un bien a la humanidad».

La muerte de Diego Maradona ubicó al astro en el lugar donde el tiempo hace inmortal a los seres humanos, en lo más profundo de los recuerdos de quienes lo admiran. Lo ubicó en el olimpo de los ídolos populares argentinos.

Lo que también argumenta la divinización que alcanzó por parte de sus fanáticos, es la vida que llevó Diego: un camino lleno de aventuras, golpes, logros, glorias y derrotas que han envuelto al hombre que hizo de su nombre «una estrella llena de gol y gambeta» como compuso el cantante Rodrigo (fallecido en el año 2000), en su homenaje musical llamado «La mano de Dios»; quizás una de las mejores canciones que resume lo que significa este personaje en la vida de todos los futboleros argentinos.

En una villa nació:

Diego Maradona, un ídolo con los pies en el barroEn el Policlínico Evita de la ciudad de Lanús, nació Diego Maradona el 30 de octubre de 1960: la personalidad argentina más conocida en todo el mundo. Jamás alcanzarán los hechos, las palabras y los análisis, para determinar que el astro argentino fue uno de los mejores futbolistas de toda la historia, además de ser uno de los deportistas que mejor trató a la pelota en todo el planeta. Tanto es así, que la propia FIFA, a pesar de sus idas y vueltas en su relación, le entregó el galardón del mejor jugador del Siglo XX.

Diego Armando Maradona Franco fue el quinto hijo -el primer varón-, del matrimonio entre Diego Maradona, conocido popularmente como «Don Diego» y Dalma Salvadora Franco, más conocida como «La Tota». Criado en la pobreza extrema de Villa Fiorito, llegó a las arcas del Club Atlético Argentinos Juniors, a los 9 años. En una de sus incalculables frases celebres, Diego argumentó que Fiorito era un barrio privado: “privado de agua, de luz, de cloacas”.

ARGENTINOS JUNIORS:

Aquel equipo clase 1960 de Argentinos Juniors, era más conocido como el de Los Cebollitas, debido a la creación del mote que utilizó Argentinos Juniors para disputar los Juegos Nacionales Evita de los años 1973 y 1974. La razón de la elección del apodo, radicaba en los equipos no se podían anotar con los nombres de sus clubes. Ya de joven, Diego Maradona captó la atención de las cámaras, y aparecían las famosas imágenes de su primera nota que se perpetraron en el tiempo: el periodista Pipo Mancera fue su primer entrevistador, en Sábados Circulares, cuando Diego tenía tan solo 10 años.

Diego, con la camiseta de «Los Cebollitas», mote que se utilizó para participar en los Juegos Nacionales Evita. Una de las chombas que utilizó Diego, se encuentra en el Museo de la Asociación Atlética Argentinos Juniors.En aquellos tiempos, “Dieguito” tenía bien en claro, cuales eran sus sueños. En dicho fragmento audiovisual que fue observado por miles de argentinos, los eternizó en lo que el tiempo convertiría en un presagio premonitorio: «Mi primer sueño es jugar en un Mundial, y el segundo es ser campeón en octava con Argentinos». Rápidamente, su segundo sueño se cumplió: fue campeón en 1974 con la 8° de Argentinos, pero el destino tenía preparado cumplirle algo muchísimo más grande: su anhelo inicial, doce años más tarde en México 1986.

Su carrera en el fútbol argentino: 

Fichado por Argentinos Juniors, tan solo dos años luego de ser campeón en octava división, debutó en la primera división en el año 1976, diez días antes de cumplir los dieciséis años, ante Talleres de Córdoba en la derrota por 1 a 0 del «Bicho» de La Paternal.

De esta manera, fue durante 27 años el jugador argentino más joven en debutar en Primera División, siendo superado por su ex yerno y padre de su nieto Benjamín, Sergio Agüero, tras debutar en la Primera División de Independiente en el año 2003.

Diego debutó en Argentinos Juniors pocos días antes de cumplir los 16 años de edad.  Es el segundo jugador más joven en lograrlo en el fútbol argentino.

Maradona continuó su carrera en Argentinos Juniors hasta el año 1980, y si bien el equipo no obtuvo ningún campeonato, fue el máximo goleador de los torneos argentinos de los años 1978, 1979 y 1980 (récord absoluto hasta la actualidad, consiguiéndolo en cinco ocasiones).

Además, el dinero que ingresó a las arcas de Argentinos tras su pase a Boca Juniors en 1981, fue uno de los condicionantes para el armado del plantel que logra en 1985, la Copa Libertadores de América y peleó de igual a igual la final de la Copa Intercontinental en Tokio ante nada más y nada menos que la Juventus comandada por Michel Platini. En 1981 pasó a Boca Juniors -River Plate también intentó contratarlo de manera infructuosa cuando Diego permanecía en Argentinos-, equipo con el que Diego Maradona salió campeón ese mismo año en el Torneo Metropolitano, su único título con la camiseta del equipo de La Ribera, aquel que conquistó su corazón en los ciclos en la cual Diego la vistió.

Tras su paso por Boca, regresó a Argentina tras más de una década en Europa vistiendo las camisetas del Barcelona, Nápoli y Sevilla entre 1982 y 1991, actuando en el club rosarino Newell’s Old Boys (1993-1994) y, después de cumplir la suspensión impuesta en 1994 por la FIFA debido al antidoping positivo en el Mundial de Estados Unidos, volvió a vestir la camiseta de Boca Juniors en 1995, en una temporada irregular en cuanto a su rendimiento.

En octubre de 1997 anunció su retirada definitiva después de, una vez más, dar positivo en un control antidopaje. El último encuentro de Diego Maradona como profesional, se dio en un Superclásico: el 26 de Octubre de 1997, estuvo presente en la victoria por 2 a 1 en el Monumental. Fue reemplazado por otro símbolo de la entidad xeneize: un joven Juan Román Riquelme.

La aventura europea: 
Diego Maradona jugó durante casi siete años en el Nápoli, donde explotó futbolísticamente en cuanto a sus logros deportivos a nivel de clubes.Hacia comienzos de la década de 1980, los clubes del viejo continente eran el destino natural de las grandes promesas del fútbol americano, y Diego Maradona era la más destacada y anhelada. Luego de arduas y largas negociaciones, en el año 1982 firmó por el Fútbol Club Barcelona por 1.200 millones de pesetas (7,2 millones de euros, una cifra astronómica para la época, donde se manejaban números extremadamente inferiores a los actuales).

Maradona consiguió con los azulgranas la Copa de la Liga, la Copa del Rey (ambas en 1983) y la Supercopa de España (1984). En su paso por Barcelona, Diego no brilló lo suficiente comparando sus rendimientos en otros equipos, sufriendo además una terrible lesión que modificó toda su secuencia biomecánica, recuperándose milagrosamente en un lapso de tres meses tras la patada criminal de Andoni Goicoetxea, futbolista del Athletic de Bilbao.

En el año 1984, motivado por el bajo nivel futbolístico en el conjunto catalán, fue traspasado al Nápoles y allí comenzó la verdadera explosión de su carrera, por logros, significados, símbolos y anécdotas: ganó las ligas de 1987 y 1990, la Copa UEFA de 1989 y la Supercopa de Italia de 1991, posicionando a un club del sur de Italia, discriminado y postergado durante décadas, en los primeros planos de Italia y del continente europeo.

Diego Maradona permaneció en el Nápoles hasta el año 1991, año en que un control antidopaje detectó consumo de cocaína, por lo que fue suspendido durante quince meses. Poco después fue detenido en Buenos Aires en una redada policial. El 28 de abril de 1992 quedó en libertad y tuvo que afrontar una acusación de suministro y tenencia de drogas.

SUS PROEZAS EN LA ALBICELESTE

Su carrera internacional finalizó tormentosamente en el Sevilla, equipo con el que no llegó a completar la temporada 1992-1993, de la mano de Carlos Bilardo en la conducción técnica.

Los primeros años de la década del ’90, fueron una de las épocas más complicadas para Diego Maradona, donde además afrontaba una especie de «renuncia e impedimento» a vestir la celeste y blanca, en el equipo comandado tácticamente por aquel entonces por Alfio Basile, al que su invicto y Copas América justificaban mediáticamente su decisión hasta la catástrofe ante Colombia (0-5) y posterior clasificación al repechaje al Mundial ante Australia, donde nuevamente el clamor popular llamó a la consideración de la vuelta de su ídolo, a su amor más grande.
La selección argentina, el amor más grande de Diego Maradona
Con la selección argentina absoluta, Diego Maradona disputó cuatro mundiales, llegando a dos finales.

Con la selección argentina absoluta, Diego Maradona disputó cuatro mundiales, llegando a dos finales. En el medio de sus cinco años en Argentinos y previo a su explosión mediática y futbolística, en el año 1979 formó parte de la selección juvenil que ganó el campeonato del mundo en Japón «de punta a punta» con César Luis Menotti en la conducción técnica y con Ramón Díaz formando una dupla de ataque letal, que mostró a Diego Maradona como un verdadero preludio de lo que iba a suceder más tarde en el seleccionado mayor.

En la selección absoluta, Diego Maradona jugó cuatro campeonatos mundiales: los de España 1982, México 1986, Italia 1990 y Estados Unidos 1994.

Se alzó con el campeonato del mundo disputado en México (1986) y con el subcampeonato en Italia 1990. En el mundial de Estados Unidos 1994 sólo llegó a disputar dos partidos; tras el segundo, dio positivo en un control antidopaje y fue suspendido por consumo de Efedrina.

Donde su figura brilló con mayor intensidad fue sin duda en la Copa Mundial de la FIFA de México 1986, cuando su capacidad de arrastrar a toda la defensa del equipo rival con su impresionante facilidad para la gambeta y proyección dejó pasmados a los millones de aficionados que seguían el campeonato a través de la televisión.

Particularmente, su momento más icónico tanto en ese mundial como en toda su carrera, fue la memorable actuación en los cuartos de final ante Inglaterra. Cuatros años después de la Guerra de las Malvinas, ingleses y argentinos se enfrentaban en un partido de máxima rivalidad e intensidad, que terminó con la victoria de los albicelestes por 2 a 1, con dos goles de Diego Maradona que pasaron a la eternidad por la “viveza” y la magia absoluta, separada por tan solo cinco minutos de diferencia, exponiendo al máximo las emociones sufridas en nuestro país.

El primero de ellos debió haber sido anulado (Maradona metió con el puño un balón que disputaba al arquero británico), pero no por ello es menos famoso: al preguntársele después si había marcado el tanto con la mano, Maradona respondió que había sido «la mano de Dios», y con ese nombre pasó a la historia este tanto que en tiempos actuales sería imposible de convalidar, debido a la implementación del VAR en competiciones de esta índole.

Diego además de brillar con su magia, tuvo la capacidad de brillar en esta cuestión: nunca antes, y nunca después, se sancionó un gol realizado con la mano en una Copa del Mundo.

El segundo gol, literalmente es una obra de arte que ni al más optimista de los argentinos se le hubiera ocurrido en la previa a este encuentro tan trascendental desde lo futbolístico, pero sobre todo por lo emocional, lo que significaba vencer a Inglaterra en ese mundial.

Justamente llamado el gol del siglo y considerado en encuestas populares como el gol más lindo de la historia de los mundiales, fue una de sus genialidades que difícilmente podrán ser superables: arrancando de su propio campo, Maradona dribló, uno tras otro, a cinco jugadores ingleses y al portero, y marcó de un zurdazo.

Este gol posee un récord dentro de sí mismo: nunca en la historia de los mundiales, un jugador pudo convertir driblando a seis jugadores del equipo contrario. Aquella tan sublime actuación, sirvió para alcanzar las semifinales del torneo, donde Diego Maradona también brillaría frente a Bélgica con un doblete, contabilizando finalmente los cinco goles que convirtió en aquel mundial.

En la Final del campeonato del mundo, Argentina venció por 3 a 2 a Alemania y alcanzó su segunda estrella, con la figura rutilante de Diego que pese a no convertir, fue determinante en el tercer gol habilitando a Jorge Burruchaga para hacer delirar a todo un país, al cual el paso del tiempo continúa agigantando aquella epopeya del equipo comandado por Carlos Bilardo, y que los datos argumentan debido a la imposibilidad del seleccionado a poder consagrarse (lleva 27 años sin títulos oficiales), además de que Diego fue el último jugador argentino en convertir más de tres goles en fases de eliminación directa en Copas del Mundo, siendo Gabriel Batistuta y Ángel Di María (en actividad) con dos goles, sus más inmediatos perseguidores entre los futbolistas argentinos.

Cuatro años más tarde, en el Mundial celebrado en 1990 en Italia, Diego brilló hasta lo que pudo dar su cuerpo: con el tobillo del tamaño de una naranja, y maltrecho debido al rigor físico del cual sus rivales ejercieron por fuera del reglamento; pudo llegar hasta la final del campeonato, donde el seleccionado dirigido por Carlos Bilardo quedó a las puertas de revalidar el título tras caer en la final ante Alemania.

Algunos récords de Diego Maradona
Diego Maradona debutó en Primera División con Argentinos en la derrota ante Talleres, el 20 de Octubre de 1976. Con 15 años, 11 meses y 20 días, fue el jugador más joven en debutar en Primera División hasta que el 05 de Julio de 2003 lo superó Sergio Aguero.

Lo hizo con la camiseta de Independiente, en la derrota frente a San Lorenzo de Almagro por 1 a 0. El Kun tenía 15 años, 1 mes y tres días en aquel debut.

El astro tiene el récord de ser el goleador de cinco campeonatos, cuatro de ellos consecutivos: Metropolitano 1978, 1979 y 1980, además del Nacional 1979 y 1980. Todos ellos, con Argentinos Juniors.

Diego Maradona nunca pudo ganar en el 15 de Abril con la camiseta de Argentinos. Entre 1977 y 1980, no pudo ganarle a Unión. Únicamente lo hizo con la camiseta de Boca Juniors, por 1 a 0 en 1981.

Tiene la mayor cantidad de presencias como capitán en Mundiales con la selección argentina (16). Es el máximo asistidor en Copas del Mundo para Argentina (ocho asistencias). Tiene la mayor cantidad de apariciones en Copas Mundiales con la selección junto a los argentinos Messi y Mascherano (4 mundiales).

Con 139 faltas, Diego Maradona es el jugador que más infracciones recibió en Mundiales.

Diego Maradona falló cinco penales consecutivos con Boca Juniors en el Clausura 1996, récord absoluto en el fútbol argentino.

Durante 36 años, la venta de Diego Maradona de Argentinos Juniors a Boca, fue la más onerosa en la historia del club: ocho millones de dólares.

Diego Maradona: un legado que será eterno
La historia marcará esta fecha como el aniversario del natalicio de un futbolista al que sus errores lo mostraron absolutamente humano, que generó una felicidad que el pueblo argentino siquiera pudo imaginar en algún momento previo.

El fútbol argentino logró hacerle homenajes en varias ocasiones tras dirigir a Gimnasia en su último año de vida.

Pero sin dudas el homenaje más grande, será el lugar irrevocable en el olimpo de los futbolistas argentinos más grandes de todos los tiempos, y como el personaje histórico más reconocido a nivel mundial que ha nacido en nuestro suelo.

El dolor de su partida todavía sigue latente en el corazón futbolero argentino, que lo extraña con la misma fuerza que el imprimió en emociones a lo largo de su vida. (AIRE DIGITAL)

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