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¿Qué crimen cometieron?

Publicado

Por: Raúl Suazo Lagos

Por el grado de frustración que me invadió, me había prometido desvincularme totalmente de un deporte que ha sido mi vida, mi pasión de siempre.
Un hecho totalmente impredecible, totalmente inédito, propio de una mala comedia, tuvo trascendencia inusitada y el mundo, por un video que trascendió (no se sabe con que fines), fui testigo de la megalomanía de un personaje que, de buena o mala fe, hizo gala de una fortuna a la cual le bastaba y sobraba para, según él, recompensar en público los malos momentos que los jugadores de Olimpia habían tenido en su país, del cual él es su Vicepresidente.
Fue al camerino de Olimpia después del juego; nadie le impidió la entrada; pretendió intercambiar camisetas pero, de un maletín que alguien le portaba, comenzó a sacar dinero, repartiéndolo públicamente entre todos los que estaban en el interior, con el purito deseo de limpiar la cara a su país por la mala imagen que esos extranjeros (jugadores) pudiesen tener de su Gobierno.
Comentando el hecho con algunos colegas que comparten también la pasión por el fútbol, coincidíamos que lo acontecido había sido un hecho que, por lo público, no tenía nada que ver con el partido que acababa de finalizar con el marcador que igualmente todo mundo conoce y que, al no existir la comisión de una acción punible, lo más que podía ocurrir era la inhabilitación de ese personaje que, a sus 60 años, se convirtió en el jugador de mayor edad en participar en un juego oficial de CONCACAF.
No obstante ello, CONCACAF traslada el caso a su Comisión de Disciplina para que investigue y poco tiempo después, usando como evidencia el filmado que realizó un particular, imponen una pena de inhabilitación a Olimpia y al Inter de Surinam, argumentando que hubo suficiente evidencia de falta de Integridad en el hecho acaecido.
Yo ignoro si tal Comisión de Disciplina está integrada por profesionales del Derecho, cosa que pongo en duda, puesto que para imponer una pena a este o cualquier otro caso, ellos debieron de investigar si “La Acción cometida estaba tipificada, si era antijurídica, si había sido cometida con culpabilidad y si era punible, es decir, si estaba contemplada una pena por su comisión” Se limitaron a decir que había suficiente evidencia y que se había actuado sin integridad, no mencionando el artículo o artículos infringidos.
Pero, lo que me hace reaccionar e intentar exponer mi opinión, es el anuncio del Club Olimpia de que sancionará severamente a sus jugadores y que acepta el fallo de CONCACAF.
Lo que me produce tristeza es la llegada de los jugadores al país, con su cabeza mirando al suelo y hasta enmascarado uno de ellos “por el crimen que habían cometido”.
No muchachos, ustedes no han cometido ningún crimen; actuaron como muchos, de los que hoy los condenan, quienes habrían hecho exactamente lo mismo, aceptar un dinero de alguien que quiso compensarlos por tantas vicisitudes que pasaron en ese viaje.
Hay muchos a quienes responsabilizar por lo acontecido.
Si a alguien habría que responsabilizar por lo acontecido es, primero, a CONCACAF, porque no adoptó medidas de protección al Olimpia, aun sabiendo era un partido hasta cierto punto, de algún riesgo. Por emitir una decisión contra uno de los equipos (Olimpia) que no tuvo ninguna injerencia en lo que pasó, poniendo yo en duda si hubiesen emitido una sanción de igual naturaleza si hubiera sido el Impact de Montreal (Canadá es el país del Presidente de FIFA); si igualmente hubiese sancionado al DC United de los EEUU o al América de México. Yo me atrevería a creer que se lo habrían pensado y que, por el peso específico de tales países, no lo hubiesen hecho. Centro América y el Caribe, somos simplemente el escalón que les permite estar donde están, porque representamos los votos por los cuales se les elige.
Igual, podría haber cierta responsabilidad de FENAFUTH, de la Liga Nacional y de Olimpia, por aceptar una resolución sin interponer el recurso de apelación correspondiente o manifestarse en contra de una resolución a todas luces, festinada.
De igual manera, es triste oír o leer a nuestros propios connacionales alegrarse por lo que le pasó a Olimpia hoy pero, que mañana podría ser igual contra Motagua, España, Maratón, Vida o, peor aún, desquitarse con los jugadores llamándolos en forma peyorativa “muertos de hambre”, pensando igual que, si ellos hubiesen estado en ese lugar, igual hubiesen actuado, sobre todo, porque el recibir un dinero en esa forma, sin ser el pago por la comisión de un ilícito, no demerita o avergüenza a nadie, o es que ¿En Honduras no perdonamos a nadie que atenta contra los intereses de la salud, educación o dineros del pueblo?
Platicando con un amigo, colega abogado y seguidor de otro equipo que no es el Olimpia, le pregunté “Qué hubiese pasado si en ese camerino quienes estuvieran era el Motagua, o el Maratón , o el Real Sociedad, o el Águila o Fas, o Comunicaciones o Municipal o Alajuela o Saprissa.
Sonriendo me contestó: Hubiese pasado exactamente lo mismo.
Yo no defiendo a Olimpia; defiendo a los jugadores, a quienes todos se creen con el derecho de exigirles sacrificios que a la mayoría de hondureños no les exigimos.
A los funcionarios públicos hasta se les hace prestar juramento con la mano en la Constitución de la República y a ellos más bien los reverenciamos y nos enorgullecemos de tenerlos en actos familiares. He oído a fanáticos decir que a los jugadores, para eso se les paga, para que se pongan la camisa para morir, como decía el Profesor Pinto.
Un jugador vale mientras siga jugando; al terminarse su fútbol, nadie se acuerda de ellos y algunos hasta en la indigencia viven y mueren. Eso no es justo y, en este caso, ellos no han cometido ningún crimen del cual deban avergonzarse.

Tegucigalpa, Septiembre del 2021
José Raúl Suazo Lagos.
Ex jugador de fútbol, Entrenador Nacional, Abogado y, desde este momento, ex Miembro de la Comisión de Ética de la FENAFUTH.

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