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Fausy Rodríguez: «no olvido mis títulos y mi paso por el Motagua»

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Radicado en Francia, el ex futbolista hondureño Fausy Eduardo Rodríguez, no olvidó en su reciente visita al país los títulos que logró con Motagua, su capitanía en la selección juvenil en Victoria, Vancouver en 2001 y su intento fallido de formar parte del Olimpia, equipo al que seguía de niño, pero que cambió porque el azul le abrió las puertas del profesionalismo.

«Son tantos recuerdos que tengo de Motagua desde mi llegada, el trato desde el presidente don Eduardo Atala, quien no quería que me fuera, pero lo hice por una beca deportiva en Estados Unidos en donde he forjado mi vida junto a mi esposa y mis dos hijos. Realmente son tantos momentos memorables que viví que no puedo olvidarme ni de personas que nos ayudaron como Carlos «Flaco» Centeno que recientemente falleció por Covid-19 y que me dolió mucho su partida», dijo Fausy a Diario más.

Y es que la historia de Rodríguez es peculiar porque su padre (Fausto Eduardo) era gran aficionado de Olimpia y por eso desde niño se inclinó a ese club e incluso soñaba con que jugara con los blancos y los apoyaba en las barras que iniciaban en este tiempo. Pero todo cambió porque en la familia azul le abrieron las puertas el profesionalismo: «desde niño jugaba fútbo0l porque acompañaba a mi papá a sus famosas potras,  mi sueño era jugar en Olimpia  pero nunca se dio la oportunidad, tocamos las puertas y no se dio, pero si apareció una mejor, la de Motagua en la época del profesor Ramón Maradiaga, quien decide incorporarme al equipo de la segunda y de allí todo cambió. Al tiempo el profe Pepe Treviño me asciende y me hace debutar en un clásico ante Olimpia donde solo participé 45 minutos, porque jugué con tanto ímpetu que me cansé, así quiso Dios y el destino», recordó con emoción.

Fausy al ser ya parte del equipo de segunda de Motagua fue valorado por el entrenador Marco Antonio Calderón, quien lo lleva a la sub 20 que inició el proceso en Panamá y le puso el gafete de capitán: «fue un enorme honor, aunque habían jugadores que no querían que yo fuera por la cantidad de partidos que ellos  llevaban en primera división, pero así lo decidió el profe y comenzamos ese camino que al final no llegó al mundial por culpa nuestra, quedamos segundos y nos tocó luego el grupo de la muerte en Canadá, era más difícil que la otra llave en Trinidad Tobago, pero nos confiamos y fracasamos en el intento», indicó.

De esa camada de compañeros en esa sub 20 estaban entre otros Víctor «Muma» Bernárdez, Sergio Mendoza, Walter «Peri» Martínez, Ronald Maradiaga, Carlos «Calolo» Palacios,  Donis Escober, Ricardo Canales, Jerry Palacios, John Bodden, Derrick Hulse, Marlon Peña, Anael Figueroa entre otros: «era un equipazo todos llegamos a Liga Nacional, pero el profe Hernán García (QDDG) no llevó muchos delanteros a Canadá y eso nos afectó mucho, yo me enfermé  por el frío y Jerry Palacios fue operado de apendicitis, al final nos eliminaron, pero quedó un grupo bueno que fue al pre olímpico sub.23 y luego mundialistas mayores», recordó.

De su paso por Motagua  recuerda los grandes partidos que jugó y las dos finales. «La primera fue con «Pepe» Treviño, aunque el que cerró fue el profesor Chito Reyes y  la otra con Gilberto Yearwood, ambas son espaciales, así como todos los jugadores que formamos parte de esa hazaña. No era fácil jugar allí en ese tiempo, estaban futbolistas de la categoría de Oscar Lagos, Gato Coello, Róbel Bernárdez y otros, pero logré en cierto momento ser titular y esos recuerdos quedan para siempre», dijo.

De su decisión difícil de irse de Motagua en su mejor momento no dudó en afirmar que si fue complicado al inicio, aunque al final no se arrepintió del paso que dio: «es que no podía desaprovechar  la beca deportiva que siempre soñé, además seguí jugando fútbol, ya no en forma profesional, pero luego me gradué, me casé y me fui a vivir a Francia, de donde es mi esposa. Creo que todo momento lo he vivido bien, era de tonar decisiones y lo hice, hasta don Edy quiso convencerme de que me quedara, pero al final fui a darle las gracias por la oportunidad de vestir la camisa sagrada del Motagua, equipo al que llevo en el corazón desde Francia, no me pierdo sus detalles ya que estoy muy agradecido del buen trato que siempre me brindaron», explicó.

Ahora Fausy Eduardo Rodríguez disfruta de su trabajo, su familia, esposa y dos hijos, además de todas las bondades que Dios le regala porque ha sido un buen hijo, padre, esposo y hermano, estando siempre pendiente de su familia, a pesar de la lejanía europea.

 

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