Connect with us

De Todo Un Poco

Rusia, de la gloria mundialista a la cruda realidad

Publicado

El cuarto lugar en el Grupo B tras Finlandia es la cruda realidad del fútbol ruso. El Mundial 2018, en el que el equipo anfitrión alcanzó los cuartos de final tras eliminar a España en la tanda de penaltis, no fue más que un espejismo.

“Tenemos una psicología débil. No sabemos jugar bajo presión. Nosotros caemos en el pánico. En cambio, los europeos disfrutan”, admitió el delantero Artiom Dzyuba, autor del único gol de su equipo ante Dinamarca (4-1).

Rusia llegó a la última jornada con opciones de clasificación para los octavos. Le valía con el empate, pero la abultada derrota le deja fuera de un torneo en el que disputó dos partidos en San Petersburgo.

Estrellas del deporte ruso como el tenista Marat Safin utilizaron las redes sociales para cargar contra los futbolistas rusos, a los que siempre critican por la diferencia entre sus altos salarios y su pobre rendimiento.

FRACASO, PERO CHERCHESOV SE QUEDA

Todos admitieron el fracaso. Jugadores, periodistas, políticos y la propia federación, que tachó el resultado de “insatisfactorio”. Todos, menos el seleccionador, Stanislav Cherchésov, poco dado a la autocrítica.

“La diferencia con el Mundial es que ahora tenemos jugadores con menos experiencia”, dijo. Ese argumento ya lo había repetido meses antes del a Eurocopa.

Cherchésov, que tiene un carácter hosco, siempre ha sido una de las dianas favoritas de la prensa. Acalló las críticas durante el Mundial, pero éstas arreciaron en los últimos meses ante el pobre rendimiento del equipo.

Con todo, pocos demandan hoy abiertamente la cabeza de Cherchésov. Y es que los mejores entrenadores del país o están ocupados o no quieren asumir la riendas de la selección. El actual técnico del Rostov, Valeri Karpin, sería uno de esos candidatos.

La experiencia de contratar a un seleccionador extranjero no salió bien. El italiano Fabio Capello y el holandés Dick Advocaat cobraban mucho y también cayeron en la primera fase en el Mundial 2014 y la Eurocopa 2012, respectivamente.

Según la prensa, Cherchésov no piensa dimitir. Hoy, martes, se despidió de los jugadores hasta septiembre, cuando se reanudará la fase de clasificación mundialista.

SIN JUGADORES DE TALLA MUNDIAL

La prensa admite que tampoco hay jugadores para llegar mucho más lejos que la primera fase, aunque el hecho de que el hipotético rival de Rusia en los octavos de final fuera Gales cegó a muchos.

Golovín, el siberiano que asombró en el Mundial, juega en el Mónaco, tercer clasificado en la liga francesa. Pese a las lesiones y haber contraído la covid-19, es titular en el equipo del Principado, pero ha decepcionado en la Eurocopa. Apenas asumió riesgos.

La eterna promesa es Alexéi Miranchuk, fino mediapunta del Atalanta. El problema es que no es del gusto de Cherchésov. Fue suplente contra los belgas. Cuando fue titular ante los finlandeses resolvió el partido con un gran gol.

El resto del equipo, con la excepción de Mario Fernandes, son medianías. Lo que no quita que la lista de 26 jugadores convocados por el seleccionador no contentara a nadie.

El portero del Dinamo, Shunin, es inseguro por naturaleza, pero él insistió en que el brasileño nacionalizado Guilherme (Lokomotiv), que sustituyó a Akinféev tras el Mundial, había cometido demasiados errores con la camiseta nacional.

Tras recibir tres goles en el primer partido, lo cambió por el joven Safónov, que recibió ayer cuatro en Copenhague. Lo mismo hizo con el central Seménov, que fue señalado como el gran culpable de la derrota ante los “diablos rojos”. Su reemplazo, el joven Divéev, no pudo hacer nada ante el empuje danés.

Los dos mediocentros, Ozdóev y Zobnin, fueron criticados por no aportar nada en ataque. El último, además, regaló el segundo gol a Poulsen con una cesión esperpéntica al portero. Pero Cherchésov los mantuvo los tres partidos.

Dzyuba también pareció cansado, pero es el capitán. Es intocable. Sóbolev provocó el penalti nada más saltar al campo. El valencianista Denís Chéryshev apenas tuvo minutos.

RUSIA NO ES LA URSS

Curiosamente, hoy, martes, se cumplen 33 años desde que la Unión Soviética se clasificara para la final de la Eurocopa en 1988 tras eliminar a la todopoderosa Italia con goles de Litovchenko y Protasov.

La URSS acabaría perdiendo en la final ante Holanda, pero ese equipo incluía jugadores de talla Mundial como Dasáev, Belánov o Mikhailichenko. No digamos ya que su seleccionador era el ucraniano Valeri Lobanovski, considerado uno de los entrenadores más innovadores de la historia del fútbol.

La realidad es que la URSS fue campeona de Europa en 1960 y finalista en 1964. Y compitió dignamente en los Mundiales. No se puede decir lo mismo de su heredera, la Federación Rusa.

Rusia ha sido eliminada en la primera fase de todos los torneos de naciones, con la excepción de la Eurocopa de 2008 -cayó en semifinales ante España (0-3)- y el pasado Mundial, cuando alcanzó los cuartos, donde fue apeada por Croacia.

La eliminación de España en los penaltis hizo pensar a algunos que el fútbol ruso había vuelto para reverdecer viejos laureles, pero la realidad es muy tozuda.

Los clubes rusos, que ganaron la UEFA en 2005 (CSKA) y 2008 (Zenit), no han dejado de perder prestigio en los últimos años. Los petrorrublos ya no atraen a nadie y son pocas las estrellas que deciden recalar en la liga rusa.

El fútbol ruso necesita una perestroika y ésta debe comenzar con la reducción de los sueldos y la inversión en el fútbol base. Los altísimos salarios han convertido a los futbolistas rusos en juguetes rotos sin ambición, incapaces de competir en la arena internacional. EFE (HN)

Ver Más
Publicidad
Publicidad
Publicidad

TABLA LIGA NACIONAL

Publicidad
Publicidad
Publicidad

Derechos Reservados © 2023 Diario Deportivo MÁS, Honduras Centro América.