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De Todo Un Poco

La Eurocopa, más de medio siglo de historia de un Mini-Mundial

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Para celebrar los 60 años de la Eurocopa, el entonces presidente de la UEFA Michel Platini se sacó de la manga un torneo con partido en todo el continente y que tras aplazarse un año por la pandemia, se disputará del 11 de junio al 11 de julio.

A lo largo de los años, el torneo europeo de selecciones se ha convertido en un ‘Mini-Mundial’ en el que han brillado desde Lev Yashin a Zinedine Zidane, pasando por Marco Van Basten, Gerd Muller y Xavi Hernández.

Esta 16ª edición, que por la pandemia se disputará a poco más de un año de la próxima Copa del Mundo (Catar-2022), será la segunda edición que cuente con 24 equipos participantes.

Con tres títulos, Alemania (1972, 1980 y 1996) y España (1964, 2008, 2012) son los equipos más laureados, seguidos de Francia (1984 y 2000) con dos, mientras que URSS, Italia, Checoslovaquia, Holanda, Dinamarca, Grecia y Portugal se han repartido los otros siete trofeos.

Concebida a fines de los años cincuenta por la Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol (UEFA) bajo el impulso del francés Henri Delaunay, secretario general de la Federación Francesa (FFF), la Eurocopa tuvo su primera edición en 1960 en Francia.

Dieciséis equipos nacionales participaron en las clasificaciones y sólo cuatro se reunieron en París para disputar la primera fase final de la Eurocopa en 1960: Francia, Yugoslavia, la URSS y Checoslovaquia.

Los soviéticos conquistaron la primera edición, tras superar en el partido decisivo a Yugoslavia por 2-1, luego de una prolongación. En el elenco vencedor, un hombre vestido completamente de negro escribió las primeras líneas de su leyenda: el arquero Lev ‘La Araña Negra’ Yashin.

En 1964, la fase final tuvo lugar en España. El equipo local, ante la atenta mirada del dictador Francisco Franco, derrotó por 2-1 a la Unión Soviética, en una final con una importante carga política jugada en Madrid.

España, que en la primera edición se negó a jugar contra la Unión Soviética y quedó eliminada, decidió esta vez enfrentarse al país más representativo del comunismo, y venció con un tanto de cabeza en los últimos minutos de Marcelino.

Aquel equipo, liderado por los geniales gallegos Luis Suárez y Amancio Amaro, ambos de la cantera del Deportivo La Coruña, dio a España el primer título internacional de su historial, y durante décadas el único, hasta la ya legendaria generación que ganó consecutivamente dos Eurocopas (2008 y 2012) y un Mundial (2010).

En 1968 el torneo tuvo una definición muy particular. Los italianos jugando en casa se impusieron en semifinales a la URSS mediante un sorteo, debido a que el encuentro terminó en empate y no existían las tandas de penales.

La final entre Italia y Yugoslavia pasó a la historia porque se tuvo que volver a disputar tras un primer partido que finalizó con empate (1-1). Pero los italianos, que metieron cinco cambios por ninguno los yugoslavos, sacaron ventaja y los derrotaron por 2-0.

En 1972, los cuatro semifinalistas se juntaron en Bélgica. En la final, los alemanes liderados por un Gerd Müller imparable, que anotó un doblete, se impusieron frente a la de nuevo desafortunada URSS (3-0).

– El penalti a lo Panenka –
Cuatro años más tarde, en Yugoslavia, la final entre la República Federal Alemana y Checoslovaquia se definió por penales tras finalizar el duelo en empate (2-2). El germano Uli Hoeness marró su disparo y el checo Antonin Panenka marcó el suyo picando la pelota, y su equipo desató el festejo final.

Pero de 1960 a 1976 la competición estuvo opacada por la falta de notoriedad. La fase final reunía únicamente a cuatro equipos y los duelos tomaban apenas una semana.

Entonces, el italiano Artemio Franchi, presidente de la UEFA, decidió agrandar la etapa final llevando a ocho equipos a disputar el trofeo, a partir de 1980.

En ese nuevo formato, la RFA ganó el título disputado en Italia en 1980 tras derrotar en final disputada en Roma a Bélgica por 2-1, gracias a un doblete de Horst Hrubesch, con lo que este país inscribió por segunda vez su nombre en las registros de ganador de la Eurocopa.

Pero el verdadero ‘impulso’ de la competición tuvo lugar en Francia, justamente el país que la vio nacer, en 1984.

La figura del mediocampista francés Michel Platini le dio brillo y con su destreza condujo al equipo galo a ganar la final contra España (2-0), tras anotar de tiro libre el primer gol ante la complicidad del arquero español Luis Arconada, quien dejó escurrir la pelota por debajo de su cuerpo.

Platini, además de mejor jugador del torneo, fue el máximo goleador con nueve anotaciones en cinco partidos, incluidos dos tripletes ante Bélgica y Yugoslavia.

La edición de 1988, en Alemania, estuvo marcada por el dominio de Holanda, que desparramó un fútbol total con la calidad de estrellas como Ruud Gullit, Frank Rijkaard y Marco Van Basten.

En la final, un primer tanto de Gullit frenó las ilusiones de la URSS, que se derrumbó tras la obra maestra del artillero Van Basten: una volea que se clavó en el segundo ángulo del arquero para sellar el 2-0 para la ‘Naranja Mecánica’. Era la tercera final perdida para la desgraciada Unión Soviética.

En Suecia-1992, después de la caída del Muro de Berlín que cambió el mapa político de Europa, Alemania se presentó reunificada y la URSS, desintegrada, pasó a ser la CEI. Pero no fue la única: Yugoslavia se desarmó, el régimen de Belgrado fue sancionado por la UEFA, que aplicó las disposiciones de la ONU.

La UEFA prohibió a los yugoslavos participar en la fase final. Algo que supo aprovechar al cien por cien Dinamarca, que llegó a Estocolmo como «convidado de piedra», debido a su segundo puesto en el grupo clasificatorio que había ganado Yugoslavia.

Pero Dinamarca dio la gran sorpresa y fue campeón tras vencer en la final por 2-0 a Alemania, luego de una actuación estupenda del guardameta Peter Schmeichel. Además, los daneses superaron la ausencia de su estrella Michael Laudrup, que no disputó el campeonato por desavenencias con su entrenador.

Cuatro años después, en Inglaterra, Alemania se tomó la revancha al llegar a ganar una competición que se amplió hasta los 16 equipos en la fase final, luego de que la UEFA decidió duplicar el número de participantes.

– La regla del gol de oro –
En la final frente a República Checa, una linda sorpresa que desparramó magia y buen fútbol, los germanos festejaron el título ganando por 2-1, luego de convertir el gol de oro, regla que se aplicó en la prolongación. El héroe de aquella jornada fue el centrodelantero Oliver Bierhoff, quien de cabeza le ofreció a su nación el tercer título continental.

En 2000, en Holanda y Bélgica, se llevó el título Francia, campeón mundial en 1998, al ganar en la final a la ‘squadra azzurra’ por 2-1.

Italia ganaba 1-0, pero en los últimos segundos del partido apareció Sylvain Wiltord para igualar y estirar el suspenso, que tuvo su genial desenlace con el tanto de oro del franco-argentino David Trezeguet en la prolongación. Segundo título de Eurocopa que viajó a París.

En 2004 en Portugal, se dio la gran sorpresa del triunfo de la modesta Grecia, que se impuso en la final a la selección local por 1-0, con un gol de Angelos Charisteas.

Dirigidos por el técnico germano Otto Rehhagel, los helenos basaron su triunfo en una defensa insuperable y un contragolpe feroz, eliminando en cuartos de final a Francia, en semifinales a la República Checa, que se había erigido en favorita, y a Portugal en el último partido, todos por 1-0.

La edición de 2008, en Suiza y Austria, significó el despertar de España. La Roja, criticada porque era incapaz de sumar un gran título a su palmarés después del logrado en 1964, sorprendió con un fútbol exquisito, lleno de técnica.

La filosofía del ‘tiqui-taca’, implantada por Luis Aragonés, basada en el toque y la posesión del balón, suplantó a la defensiva, que había colocado Italia en lo más alto tras su título mundial en Alemania-2006.

Tras pasearse en la fase de grupos, dirigida por un magistral Xavi Hernández, ante Rusia, Suecia y Grecia, a España le llegó su partido clave en cuartos ante sus antagonistas, los italianos, que consiguieron que el 0-0 se mantuviera en los 120 minutos de partido. Pero en los penales, decidió el portero español Iker Casillas, mientras que Cesc Fábregas logró el lanzamiento decisivo.

Después, España ganaría a Rusia en semifinales (3-0) y a Alemania en la final (1-0), con gol de Fernando Torres, tras un pase de oro de Xavi.

España volvería a ganar en la edición de 2012, que se disputó en Polonia y Ucrania.

Vicente del Bosque optó por una táctica revolucionaria, poniendo al centrocampista Cesc Fábregas como falso delantero, como nueve y medio, y le salió bien la prueba.

– Doblete inédito de La Roja –
Tras una primera fase no muy buena en Polonia, en que comenzó empatando con Italia (1-1), goleó a Irlanda (4-0), pero lo pasó mal ante Croacia, la que acabó derrotando con un tanto al final (1-0).

En cuartos de final, ya en Ucrania, no encontró problema para vencer a Francia (2-0), mientras que en semifinales derrotó en los penales al Portugal de Cristiano Ronaldo (0-0), y en la final aplastó a Italia (4-0).

España fue la primera selección capaz de ganar dos títulos europeos consecutivos y tres eventos importantes, ya que también sumó el Mundial.

Francia (único país que ha organizado el torneo continental en tres ocasiones) volvió a ser la sede de la edición de 2016, que por primera vez contó con 24 equipos. Pese al favoritismo de Alemania (campeona del mundo) o de los anfitriones, el título fue para Portugal.

Gran nación del fútbol, dos veces semifinalista en un Mundial (1966 y 2006), finalista en una Eurocopa (2004) y tres veces semifinalista (1984, 2000 y 2012) y suministradora de estrellas al firmamento futbolístico (Eusebio, Futre, Figo, Cristiano Ronaldo), la Seleçao se vio al fin recompensada.

Pero el recorrido en el torneo no fue fácil. Se clasificó para los cruces como una de las mejores terceras, después de firmar tres empates ante Hungría, Islandia y Austria.

Portugal pasó en la prórroga ante Croacia en octavos (1-0), en los penales en cuartos frente a Polonia y se metió en la final con su triunfo más cómodo, 2-0 a Gales.

En la final, Portugal no era favorita ante Francia y menos aún cuando su gran estrella Cristiano Ronaldo tuvo que retirarse a los 25 minutos lesionado.

Sin goles en los 90 minutos reglamentados y cuando nada parecía impedir un desenlace en los penales, apareció un jugador desconocido, Éder, para convertirse en el héroe de su país al anotar el único gol de la final (minuto 109). AFP (HN)

 

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