Honduras de «La pollera colorá» a «La Cumparsita» en busca de Catar 2022

Honduras ha dejado la escuela de Colombia que de tres intentos le llevó a dos mundiales, el de Sudáfrica 2010 y Brasil 2014, bajo la batuta primero de Reinaldo Rueda y después con Luis Fernando Suárez.

En el tercer intento, para ir al Mundial de Rusia 2018, siempre bajo la dirección de un técnico colombiano, Jorge Luis Pinto, los hondureños no pudieron celebrar a ritmo de cumbia con el timonel sudamericano «La pollera colorá», porque Australia les eliminó en una repesca.

Aunque con Rueda en Sudáfrica 2010 y Suárez en Brasil 2014 Honduras no cosechó ni un punto, el hecho de haber asistido a dos mundiales consecutivos, después del de España 1982, fue bueno, porque de tres eliminatorias, se clasificaron a dos mundiales, después de una espera que se prolongó por 28 años.

Lo mejor de Honduras en un mundial mayor ha sido en España 1982, donde logró dos empates 1-1, con los anfitriones españoles e Irlanda del Norte, bajo la dirección del hondureño José de la Paz Herrera.

La escuela colombiana, que se ha hecho sentir en varios países de Centroamérica, quizá habría tenido una nueva oportunidad en Honduras si Pinto hubiera logrado la clasificación al Mundial de Rusia 2018.

Pero eso es pasado, ahora Honduras inicia una nueva andadura con el técnico uruguayo Fabián Coito, quien a finales del siglo pasado estuvo ligado -como jugador- al Olimpia, de Tegucigalpa.

Coito, exentrenador de la selección sub’20 de Uruguay, llegará el jueves a Tegucigalpa, donde será presentado como el nuevo timonel de Honduras para que busque la clasificación al Mundial de Catar 2022.

Para Honduras la eliminatoria para el Mundial de Catar se iniciará el próximo año.

El nuevo estratega de Honduras ya comenzó a hacer contactos con entrenadores foráneos que dirigen en el fútbol local, como el colombiano Carlos Restrepo, quien ha dirigido en dos ocasiones al Olimpia y ahora está al frente del Real España, dos de los cuatro mejores equipos del país.

Restrepo dijo el domingo a un canal de la televisión que con Coito ha mantenido alguna relación desde mucho antes de que fuera oficializado como entrenador de Honduras, y que está a su disposición por si necesitara alguna información sobre jugadores locales.

Otro contacto de Coito en Honduras es su compatriota Manuel Keosseián, quien ha sido técnico del Marathón y ahora está en el banquillo del Olimpia.

La contratación de Coito ha tenido más opiniones a favor que en contra, en un país donde el fútbol se vive de manera muy intensa y se le exige mucho al entrenador y los jugadores.

El estratega sudamericano tendrá a disposición para armar una selección hondureña a varios jugadores con buen desempeño en España, Portugal, Escocia, Bélgica, Estados Unidos y Costa Rica, más los que juegan en los diez equipos de la Liga local, los que ha comenzado a conocer viendo partidos por televisión desde Uruguay.

Coito tendrá como asistentes a sus compatriotas Miguel Falero (otro conocedor del fútbol hondureño) y Sebastián Urrutia de Freitas, y al hondureño Carlos Ramón Tábora, según anunció la semana pasada la Federación Nacional Autónoma de Fútbol de Honduras (Fenafuth).

En opinión de algunos técnicos y un sector de la prensa, Honduras experimentará un cambio al pasar de la escuela colombiana que dejaron Rueda, Suárez y Pinto, a la uruguaya al frente de Coito, lo que interpretado en términos musicales sería como pasar de bailar cumbia a tango.

Lo importante, asociando el fútbol con la cumbia colombiana y el tango uruguayo, será que los jugadores se olviden de «La pollera colorá» y comiencen a ensayar «La cumparsita», aunque el baile más popular de los hondureños es la «punta», conocida por Coito, herencia de la raza negra. EFE/Germán Reyes.