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Elmer Zelaya: Me fui por la inseguridad y falta de trabajo

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La situación de inseguridad y falta de trabajo sigue provocando el éxodo de hondureños al extranjero, quienes buscan mejores horizontes para darle una mejor vida a su familia aunque tenga que sacrificarla por algún tiempo.
Un caso reciente de esta situación la está viviendo el exdelantero hondureño, Elmer “Tanquecito” Zelaya, quien trabaja en la construcción en New Orleans, Estados Unidos, desde hace unos tres meses.
En plática exclusiva con Diario Más de La Tribuna, lamenta profundamente la violencia que campea en Honduras, máxime que tocó recientemente la vida de uno de sus mejores amigos y excompañeros en el Vida, Arnold Fabián Peralta.
También nos habla del inmenso dolor que no merma en su corazón, por la reciente pérdida de su madre, el ser que más ha querido en su vida.
Asegura que viajó a Estados Unidos para darle un mejor futuro a su esposa e hija que se quedaron esperándolo en Honduras, a las que extraña, aunque sabe que todo lo que haga tanto en la construcción como jugando fútbol los fines de semana, será en beneficio de ellas.
¿Por qué se fue de Honduras?
Me vine por lo malo que está el país, fue difícil tomar la decisión, pero no encontraba ofertas para vivir como uno merece en Honduras, dejé mi último equipo, el Villanueva FC por asuntos económicos, me quedaron debiendo dinero y las pocas ofertas que tuve de Victoria y Motagua no se concretaron, los ceibeños nunca me ofrecieron un contrato mientras la de los capitalinos fue muy baja, preferí irme del país.

Su gran dolor, la pérdida reciente de su madre, doña Marina Pérez Ortiz.

Su gran dolor, la pérdida reciente de su madre, doña Marina Pérez Ortiz.


¿Influye la inseguridad en su decisión?
También influye, la verdad es que no tengo palabra de lo que pasó con mi amigo Arnold Peralta, es lamentable que sucedan estas cosas, estoy muy dolido por ello. Sólo le pido a Dios que le de fuerza a su familia para salir adelante.
¿A qué se dedica actualmente?
Un primo mío tiene una compañía constructora, trabajo con él aquí en New Orleans, llevo dos meses construyendo edificios, trabajo entre 10 a 12 horas diarias, pero además juego fútbol en un club que se llama Atlantide los fines de semana. En el equipo hay más hondureños: Samir Arzú, Jaime Rosales, David Padilla, Justo Norales.
¿Se llevó a su familia?
Me vine solo, mi esposa Cinthia Susana Castillo y mi hija Camila Fernanda, de 2 años, permanecen en Honduras, a la espera de buenos tiempos para juntarnos de nuevo, trabajo para ellas.
¿Cómo llegó al fútbol?
Mis inicios fueron en mi natal Olanchito, me dedicaba al trabajo del campo, pero a la vez jugaba en el equipo de Emilio Umanzor, el que no era federado. Mi salida fuera de mi pueblo fue con apenas 15 años, cuando Emilio Umanzor tenía contactos con Hermelegildo Cantarero, quien trabajaba en Platense, club que necesitaba un delantero para formarlo.
La más reciente foto en acción, con el Villanueva, club que hizo gran papel en la Copa Presidente anterior.

La más reciente foto en acción, con el Villanueva, club que hizo gran papel en la Copa Presidente anterior.


De Olanchito me enviaron, me fui formando en las reservas de Platense, cuando “Chelato” estaba de entrenador, él fue quien me hizo debutar en Siguatepeque ante la U.
¿Tuvo proceso de selecciones?
Estuve en la sub 20 del profesor “Fayito” Gutiérrez en el 2000, anotando cinco goles, compartía ataque con Jefrey “Rata” Brooks y Vinel Chamorro.
También estuve en la Sub 23, con el profe “Fayito” en Guatemala, salimos subcampeones, además allí anoté seis goles que me permitieron ser subcampeón de goleo del torneo detrás del guatemalteco, Fredy Thompson, quien hizo 7. A nivel mayor únicamente estuve microciclos con el profesor con Edwin Pavón.
¿Qué recuerdos tiene del Platense?
Estoy eternamente agradecido con ellos, me dieron la primera oportunidad, era difícil jugar en ese equipo porque había un gran equipo como los panameños Anthony y Ricardo James, Ángel Hill, Edgar Álvarez, “Maco” Mejía, Abel Rodríguez, los argentinos José Pacini y Marcelo Verón, parte de aquel equipo campeón del 2001, con quien celebré, aunque casi no tuve oportunidad de jugar, por eso busqué nuevos horizontes.
¿Cumplió su sueño al jugar con el Victoria?
Realmente no, mi esposa es seguidora de Victoria, yo soy Olimpia, nunca estuve cerca de llegar allí, a pesar de que mi tío Jorge Zelaya es directivo del club, más bien le hice cuatro goles, el fútbol es así, no me arrepiento de esos goles.
Con su actual equipo de la Liga Latinoamérica, Atlante de New Orleans.

Con su actual equipo de la Liga Latinoamérica, Atlante de New Orleans.


Y su paso por Real Juventud y Vida?
El ascenso con Real Juventud fue especial, además participé con ellos en Liga Nacional, mientras en el Vida disfruté los goles que anoté.
Y con Villanueva qué tanto lo disfrutó?
Busqué jugar con ellos porque mi mamá vivía en esa ciudad, la miraba todos los días y en el plano deportivo me fue muy bien, aunque en lo económico me quedaron debiendo dinero.
¿Qué es lo más doloroso que ha vivido?
La muerte de mi madre es algo que me tiene todavía muy dolido, eso sucedió hace tres meses y medio. Soy el último hijo, somos 11 hermanos, sin duda el más consentido de doña Marina Pérez Ortiz, quien siempre me dijo que quería que yo fuera un hijo ejemplar para sentirse mejor.
Al estar en Honduras solo quería pasar en el cementerio, no hacía nada en todo el día, de las 8 am hasta 3 pm pasaba allí llorando en la tumba de mi madre. Hubo gente que habló conmigo, sobre todos mis hermanos, me hicieron ver el daño que me hacía yo mismo, por eso también decidí irme del país.
¿Sus mejores amigos?
Tuve muchos amigos, pero debo decirle que Arnold Peralta fue muy especial, a pesar de ser menor que mí, me aconsejaba, me decía que teníamos que levantarnos en la vida, que todo llegaba con calma, siempre fue un buen ejemplo, era el capitán del Vida, no puedo creer lo que le pasó.
Su mejor gol y partido?
Con Real Juventud anoté mi mejor gol, de tiro libre se lo hice a Carlos Escobar de Victoria. Un hecho que no olvido que siempre anotaba en casa, en Olanchito, me motivaba verdad a mi familia en el estadio. Mi primer gol lo hice con Platense a Universidad, creo que a Henry Enamorado en Siguatepeque.
A nivel de partidos siempre me lucia jugando ante Olimpia igualmente contra Motagua, además de los clásicos ceibeños, donde anoté para ambos, aunque mi mejor temporada fue con Victoria, marcando 10 goles en un torneo.
Sus mejores entrenadores?
Jorge Pineda me llevó al Victoria, y el profe Héctor Vargas, me dio la oportunidad de jugar más, de ambos aprendí muchas cosas, son personas que trabajan, tratan de enseñarle al jugador aunque sea joven.
¿Qué le depara el futuro?
Tratar de sacar mi familia adelante, honradamente con sacrificio y trabajo, deseo regresar a Honduras, me gustaría ser entrenador, aunque es complicado, se sufre mucho, pero preferiría trabajar con niños, para formar talentos futuros.
Por: Geovanni Gómez
@geovannygo

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