¿En manos de quiénes está nuestro fútbol?

Rudy Urbina
@chavelachaparro
La detención de Alfredo Hawit en Suiza, por actos de corrupción al interior de la FIFA, es solo una muestra que el fútbol es demasiado negocio para ser solo un deporte.
En nuestro país la pelota se manchó (Maradona dijo que no), porque en el último tiempo ha quedado al descubierto que en nuestro fútbol existen actos similares a los de la FIFA cometidos por sus dirigentes.
Yankel Rosenthal (presidente de Marathón), Ramón Sarmiento (presidente de Juticalpa FC), Julio Gutiérrez (presidente de Motagua), Alfredo Hawit (presidente de Fenafuth) y Rafael Callejas (expresidente de la Fenafuth) son solo algunos de los dirigentes que se encuentran reñidos con la justicia nacional e internacional por conducta ilícita, además de otros que se encuentran bajo sospecha.
Ojo, no estoy condenando a nadie antes de tiempo, serán los tribunales los que determinen su inocencia o culpabilidad; solo me pregunto ¿en qué manos ha caído el fútbol hondureño?
Indudablemente el balompié en Honduras se encuentra secuestrado y es preciso rescatarlo. Hay que limpiar la casa y arrancar de nuevo para poder desarrollarlo y llevarlo al lugar que se merece.
Sé que es peligroso escribir un artículo de esta índole, pero es necesario hacer un llamado a los buenos hondureños para que se involucren en el fútbol para lavar su cara y sanearlo.
Honduras y su fútbol han perdido la credibilidad interna y del mundo, lo que podría ser fatal para una actividad que se encuentra agonizante a nivel de Liga Nacional y la selección absoluta, que está a punto de quedar eliminada de Rusia 2018.
El fútbol y el deporte en general deberían ser ejemplo para el resto del país, que se debate entre la vida y la muerte producto de la corrupción y la violencia que por décadas viene cocinando un coctel mortal, que hoy nos tiene en la cola del continente americano.