Y a los árbitros quién los castiga?

Desde hace varios años vengo escuchando que uno de los motivos por el cual los aficionados se han alejado de los estadios, son por los malos espectáculos que están brindando.
Sin embargo, desde hace varios torneos vengo viendo que los árbitros han contribuido también a que los encuentros se descompongan, con decisiones que han afectado a un equipo o a los dos.
En casi todos los partidos, he estado observando que los réferis, o no están bien preparados, o sencillamente tienen su corazoncito que palpita por determinado equipo.
Y aunque es normal que tengan sus sentimientos por dicho club, a la hora de impartir justicia deben ser imparciales y recordar que los líneas, están para ayudarle cuando no están seguros de una jugada.
El domingo fui al estadio a ver el partido entre Olimpia y Juticalpa. El árbitro central fue Geovanny Mendoza, honestamente dejó mucho que desear, porque si bien sacó un encuentro limpio (sin tarjetas), también es de decir que en muchas acciones hubo la necesidad de sacarles la amarilla, pero se hizo de la vista gorda.
Otro de los partidos donde el “de negro” también les gusta ser protagonistas de los partidos, fue el que jugaron Victoria y Real España, donde Óscar Moncada fue el encargado de impartir justicia.
El entrenador de los jaibos, Jorge Ernesto Pineda, salió molesto del partido, al acusar al silbante de entorpecer el espectáculo, sancionando con amarillas jugadas que no ameritaban.
Pero lo que rebalsó a Pineda, fue que Moncada había dado cuatro minutos de descuento, y al final dio tres más, hasta que los aurinegros lograron la igualdad.
Al final del partido, Jorge Ernesto Pineda, manifestó que cuando ellos reclaman los castigan, pero se preguntó, ¿y cuándo los árbitros se equivocan, quién los castiga?