Estados Unidos y Panamá sin ánimos por el tercer lugar de la Copa Oro

Ante la pregunta sobre lo que representaría ganar el partido por el tercer lugar de la Copa Oro de la Concacaf, Michael Bradley, capitán de la selección estadounidense, hizo una pausa antes de responder en voz baja «no mucho».
El mediocampista agregó rápidamente que el orgullo y la competencia harían que Estados Unidos juegue con entusiasmo ante una selección panameña incompleta, una promesa que el viernes fue repetida con frecuencia por sus compañeros y por su técnico Jurgen Klinsmann.
Una vez que los estadounidenses fueron sorprendidos al ser vencidos 2-1 por Jamaica en las semifinales el miércoles, quedándose cortos en su intento por repetir como campeones de la Copa Oro, el encuentro del sábado ante Panamá por el tercer lugar será aprovechado para generar ímpetu y probar diferentes alineaciones.
De cierta forma, esos son siempre objetivos para Klinsmann mientras busca desarrollar un equipo capaz de desafiar a las mejores selecciones del mundo. Para un entrenador en su posición, el truco es ganar lo suficiente a corto plazo a fin de mantenerse en el puesto con la posibilidad de alcanzar los resultados a largo plazo.
«Queremos continuar el proceso rumbo a 2018», dijo el alemán con miras a la próxima Copa del Mundo. «Este es el primer año después del Mundial de Brasil, un año para rearmar las piezas e incorporar a jugadores nuevos y jóvenes, para intentar muchas cosas».
Por su parte, Panamá sufrirá la ausencia de hasta cinco jugadores por suspensiones o lesiones. Los mediocampistas Valentín Pimentel y Gabriel Gómez y el delantero Blas Pérez están lesionados, mientras que el delantero Luis Tejada está descartado después de haber sido expulsado.
El técnico Hernán Gómez dijo que el potero Jaime Penedo también fue suspendido, si bien la CONCACAF aún tiene que hacer el anuncio de cualquier castigo que imponga a raíz de la caótica escena de la semifinal del miércoles.
A punto de eliminar a México, un Panamá con 10 hombres fue sancionado con una pena máxima en una polémica mano en el área. México empató el marcador al cobrar el penal y al final ganaría 2-1 con otro penal a favor en tiempo extra.
En la más reciente crítica panameña hacia la CONCACAF, el presidente de la federación, Pedro Chaluja, dijo a los medios en Panamá el viernes que «nosotros percibimos que ese partido fue amañado».
«Fue amañado, y dejo claro, no por la Federación Mexicana de Fútbol. Pero sí hay intereses terceros», comentó Chaluja.
«Estos acontecimientos sólo se podrán disipar en la medida en que FIFA y Concacaf se unan a nuestro llamado y colaboren proactivamente para que se lleve a cabo una investigación formal y minuciosa de las circunstancias que pudieron haber motivado que el desempeño del árbitro Marc Geiger fuese tan desfavorable para nuestro país».