Juticalpa jugará en estadio de primera

El Juticalpa que recién el domingo ascendió a la Liga Nacional Profesional de Fútbol tendrá su moderna ‘trinchera’, que lleva el nombre de “Juan Ramón Brevé Vargas”, de la ciudad de Juticalpa, Olancho.

El costo, pues para lo majestuoso que quedó el escenario es bajo, fue de unos 40 millones de lempiras, de los cuales casi el 50 por ciento los absorbió el gobierno de la República, a través de la Tasa de Seguridad.

Parte frontal del moderno estadio “Juan Ramón Brevé Vargas” que será la ‘trinchera’ del recién ascendido Juticalpa.

La instalación tendrá cupo para unas 20 mil personas y cuenta con cuatro camerinos con sus respectivos baños, 21 cabinas para los medios de comunicación, cafeterías, palco para las autoridades y un salón para usos múltiples.

El diseño fue obra del arquitecto Fernando Zaldívar, y del aporte del ingeniero encargado de los trabajos, Marco Tulio Ochoa, tiene techo en las localidades este y oeste, lo que le permitirá a los aficionados mayor comodidad y el terreno de juego está a varios metros debajo de las gradas, lo que le favorecerá al equipo de casa aprovechar al máximo el aliento de su público.

SUEÑO ‘ARRANCÓ’ EN EL AÑO 2008

La construcción que inició a principios del 2008, con apenas 145 mil lempiras de presupuesto, está a un 100 por ciento, faltando apenas la colocación de los parales, pero lo importante de su edificación es que todo ha sido gracias al trabajo de una persona que ama más el departamento de Olancho, que los olanchanos mismos, como es el padre franciscano Alberto Gaucci y con la colaboración de miles de personas oriundas de dicho sector del país.

El estadio pronto abrirá sus puertas, pero el restorán ya tiene actividad.

“La idea surgió con el único fin de tener una instalación que sirva a los jóvenes del departamento para que se alejen de las drogas y los malos pasos. Han sido muchos meses de constante trabajo y gracias a Dios ya es una realidad”, dijo el sacerdote Gaucci, oriundo de Malta, quien fue el cerebro gestor de la obra y el encargado de administrar los fondos para la construcción.

“Comenzamos con poco dinero, pero con millones de ilusiones y sobre todo oraciones, es una obra donde todos los olanchanos han puesto su granito de arena, como ejemplo es que el arquitecto, ingeniero y otros más han trabajado sin cobrar”, agregó Gaucci.

Contrario a otras construcciones donde sobresalen grandes maquinarias, muchos ingenieros y arquitectos supervisaron la obra, en el estadio que ahora embellece la entrada de la cabecera de las “Pampas”, apenas son 25 albañiles los que trabajan bajo la supervisión del maestro Alfonso Alvarado.

“Como pueden ver aquí se trabaja con lo justo, no hemos contratado compañías especializadas, apenas son 25 obreros, pero el trabajo fue de alta calidad porque son personas que aman lo que hacen y que se siente orgullosos de ser parte de esta obra”, detalla el padre.

Los costos del estadio ascendieron a unos 40 millones de lempiras.

La parte final de la obra que fue la construcción del techo, área de estacionamiento y el terreno de juego, se hizo por ayuda aprobada por el expresidente Porfirio Lobo Sosa, quien donó los 10 millones de lempiras con fondos de la Tasa de Seguridad.

Los encargados de la obra, además, recibieron un donativo de 2 mil dólares de la Fundación para el Desarrollo Social de Olancho (FDSO), ente que está integrado por oriundos del departamento que residen en Estados Unidos y que entregaron, gracias a fiestas y diversas actividades, muchos aportes que ya llegaron al millón de lempiras.

Todo se ha construido con caridad del pueblo olanchano, los que residen en el país y en Estados Unidos, y el gobierno del Presidente Juan Orlando Hernández.

El terreno donde se encuentra el estadio es propiedad de la Federación Nacional Autónoma de Fútbol de Honduras (Fenafuth), pero será la Alcaldía de Juticalpa la encargada de administrar el inmueble en los primeros 25 años, según el padre Gaucci.