“MIKE K»

Por: Jacobo Goldstein

El 23 de febrero de 1947 nació en Chicago, Michael (Mike) Krzyzewski, hijo de una familia polaca que había emigrado a los EE UU. Su padre manejaba el elevador de un edificio y su madre limpiaba casas para ganarse la vida.

De ese humilde origen, Míster «K» logró el sueño americano, pues fue gran jugador de baloncesto universitario cuando estudiaba en la Academia Militar de West Point, de donde se graduó e ingreso al Ejército, donde llegó a tener el rango de capitán, para luego regresar a su Alma Máter, como director técnico durante cinco años y luego pasarse a la Universidad de Duke.

Escribir sobre «K» es señalar una carrera súper exitosa, repleta de triunfos. Cinco veces sus equipos han ganado el campeonato nacional universitario de baloncesto masculino, además que «K» se convirtió el 25 de enero de 2015 en el primer entrenador de baloncesto universitario en ganar 1,000 partidos. Dos meses después condujo a la Universidad de Duke a coronarse campeón nacional, la quinta ocasión que captura ese trofeo.

Además, ha ganado dos campeonatos olímpicos, el de Beijing en el 2000 y el del 2012 en Londres y dos veces se corono campeón mundial del torneo de la FIBA, en los años 2010 y 2014. Tomaría un libro listar todos los trofeos que ha ganado este señor y la lista de honores que ha recibido.

A «K» le han ofrecido millones de dólares para dirigir equipos de la NBA, la Asociación del Baloncesto Profesional, inclusive haciéndolo medio dueño de una escuadra, pero él prefiere ganar mucho menos dinero y seguir dirigiendo a jugadores universitarios, dando un enorme ejemplo que el dinero no lo es todo.

Saludos a Mike K, cuyo apellido es tan difícil de pronunciar y escribir, pero cuya carrera y trayectoria son fáciles de alabar, pues es un triunfador, en la cancha y fuera de ella.