Que venga el otro…

Si a mí se me ocurre escribir caballo con “k” la culpa es mía absolutamente, y no puedo salir a responsabilizar al corrector de un error elemental, la vida es simple y hay que aprender a aceptar las faltas con hombría y no andar repartiendo culpas.
Honduras volvió a hacer el ridículo del año, bueno uno de tantos y de nuevo el costarricense, Hernán Medford, fue tibio en la autocrítica y nada más fácil y cómodo que tirar toda la culpa a los futbolistas, cuando las imágenes evidencias fallas monumentales en el planteamiento y en la elección de los intérpretes de la obra.
Wilmer Crisanto ha sido un desastre en todas sus presentaciones con la bicolor, sin embargo el tico por una extraña razón insiste en ponerlo, pero el error de seguirlo usando no es del entrenador, es de los aficionados o de los periodistas, de cualquiera menos de Medford, la soberbia mata.
Intentar tirar el achique en el mediocampo es como jugar con un revolver en la sien porque Honduras no tiene centrales rápidos, justamente lo que le sobra a los japoneses y ese error de posicionamiento no se le puede achacar a los jugadores, porque ellos simplemente cumplen órdenes, ese no es un problema de actitud sino de lectura del enemigo.
La bicolor fue un completo desastre, sin embargo con un entrenador que se cree el Ancelotti de Centroamérica y que no acepta cuestionamientos no vamos a ningún lado, afortunadamente ya falta poco para que venga un técnico de verdad.
Por: Jairo LANDA
@jairolanda1