Dariana Flores deportista modelo

Actualmente integra la Selección Nacional Sub-23, con la que compite en el torneo centroamericano, torneo en el que Dariana ha sabido, al igual que sus compañeras, representar dignamente al deporte catracho. No obstante, sus lágrimas tras las derrotas ante Costa Rica y Guatemala, no son reflejo de inferioridad, sino de garra, deseo inquebrantable de victoria, de amor a su país al que deseaba darle el oro. Quizá muchos se limiten a analizar fríamente el resultado final e ignoren los sacrificios educativos, económicos y sociales que han hecho sin reproches, con tal de poder jugar en nombre de Honduras.
A pocas horas de iniciar la competencia, ella y sus compañeras no contaban con un lugar para estar concentradas. De hecho, la Federación de Voleibol dudó de poder efectuar el certamen. Mientras todo esto ocurría, Flores y compañía no estaban negociando ningún tipo de premio por servir al país.
Este grupo de jóvenes elaboraba con mucho amor una pancarta con los colores de la bandera hondureña, expresando así el invaluable orgullo de poder defender ese glorioso pabellón nacional.
“EL ORO LLEGARÁ”
Esta generación de la que Dariana es una auténtica líder, por su carisma, profesionalismo y enorme talento, ya ha sufrido varias desilusiones, pero cada vez están más cerca de la gloria. Dentro de menos de un mes volverán a competir en un torneo internacional y el sueño de victoria renacerá con más fuerza.
“Estoy muy triste, muy desilusionada porque nos hemos sacrificado mucho para tener mejores resultados. Me duele mucho perder en casa, ante mi familia y todos los que nos vienen a apoyar”, mencionó entre llanto Dariana después de una inesperada derrota ante las guatemaltecas.
Sin embargo, un segundo después demostró su carácter de triunfadora: irguió su cuerpo, alzó la vista y secó sus lágrimas, “el oro llegará pronto vamos a seguir luchando hasta conseguirlo”, le comentó con plena seguridad a una amiga que le consolaba.
Pese a su corta edad ella ha integrado la selección en todas las categorías. Su atlético cuerpo y su mirada profunda solo son el preámbulo de la “fiera jugadora” que se desenvuelve en la cancha. “¡Amo mi país y al voleibol por eso doy el máximo!”, explicó al ser consultada por la forma de su juego.
Previo a su “amorío” con el vóley, Dariana practicó otras disciplinas deportivas: ballet y tae kwondo. “Me encanta el vóley porque es un deporte de equipo, que te exige en todos los sentidos. Le recomiendo a todos que los practiquen. Gracias a Dios mis padres siempre me han apoyado deportivamente”.
Su belleza física tampoco pasa desapercibida en cada juego, pero ella prefiere ser reconocida por su talento: “Me alagan los elogios sobre mi apariencia, pero estoy enfocada en fortalecer mis cualidades físicas y mentales. Lucho por ser una mejor jugadora y algún día terminar mi carrera y convertirme en una extraordinaria arquitecta”.
Mide: 1. 75 m.
Tiene dos hermanas: Emely (15) y Eliani (21).
Hace cuatro años practica voleibol.
Debutó en el equipo Global y el mismo día la integraron a la selección.
Le gusta cocinar e ir al cine.
Le fascina la pintura.
Admira a Luis Salgado (jugador de voleibol que representó a Honduras en Finlandia).